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Agentes de la Guardiaa Civil en el lugar de los hechos.
Piden 4 años de cárcel para la conductora que mató a dos ciclistas en Aguasal

Piden 4 años de cárcel para la conductora que mató a dos ciclistas en Aguasal

Laura S.G, la vecina de Íscar, los arrolló en julio del 2013, cuando circulaban por el arcén

el norte

Miércoles, 2 de julio 2014, 18:43

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Las acusaciones pública y privada solicitan una condena de cuatro años de prisión para la joven Laura S.G, la vecina de Íscar, que en julio de 2013 arrolló mortalmente a dos ciclistas de 33 años, amigos e integrantes del mismo club ciclista de Pedrajas que circulaban por el arcén a la altura del término municipal vallisoletano de Aguasal.

En sus respectivos escritos de calificación provisional de los hechos, el Ministerio Fiscal y el letrado que representa a las familias de las dos víctimas mortales, que ha han sido indemnizadas, consideran a la procesada autora de un delito contra la seguridad del tráfico (artículo 379.2 del Código Penal) y de otros dos de homicidio imprudente (142.1 y 142.2), a los que la segunda de ambas acusaciones añade el de conducción temeraria (art. 380), y, junto a la referida pena privativa de libertad, interesan la privación del carné de conducir por un periodo de seis años, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se produjeron sobre las 10:15 horas del día 28 de julio del pasado año en el kilómetro 82,894 de la carretera CL-602 Toro-Cuéllar, entre Pedrajas de San Esteban y Olmedo, dentro de Aguasal, cuando ambos ciclistas, Sergio G.H. y Diego G.C, circulaban por el arcén y el turismo Ford Focus que conducía la imputada en el mismo sentido les arrolló por detrás, con lo que ambos jóvenes murieron en el acto.

La autora del atropello, de 23 años cuando ocurrieron los hechos y camarera de un bar en Olmedo, se dirigía precisamente de ïscar, donde residía, a la villa olmedana para acudir a su puesto de trabajo y lo hacía, como así sostiene la acusación particular, tras haber pasado la noche de fiesta en su pueblo y haber ingerido alcohol, extremo este último que atestigua el control al que fue sometida por la Guardia Civil tras el siniestro y que arrojó tasas de 0,80 y 0,72 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Alteracón de facultades

De hecho, la acusación pública apunta en su escrito que la conductora circulaba en su vehículo bajo los efectos del alcohol, lo que, en su opinión, mermaba sus facultades psicofísicas «con la consiguiente lentitud de reflejos, reducción del campo visual y alteraciones de la percepción, efectos que limitaban gravemente la aptitud para su manejo del vehículo de motor».

Aunque el fiscal entiende que la infractora invadió puntualmente el arcén a la altura de los ciclistas y que, en una carretera con limitación a 90 kilómetros horas, circulaba a una velocidad de unos 100, tomando como referencia el informe de la Guardia Civil, que la sitúa como mínimo en 99,18, el abogado de los dos ciclistas entiende que la marcha que llevaba el turismo era de 150 kilómetros hora, aportará un informe pericial, y por ello solicita a mayores un delito de conducción temeraria.

El acusador particular refuerza además la conducción temeraria en la convicción de que la procesada no invadió ocasionalmente el arcén sino que circulaba por él debido a su estado, fruto de una noche de juerga y la ingesta de alcohol, y además a sabiendas de que la carretera en cuestión era muy transitada por ciclistas.

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