«Hacer las cosas de forma diferente es bueno para los negocios»

Javier Cortecero Pérez es un joven vallisoletano de 31 años que ha logrado entrenar su mente hasta tal punto que se ha convertido en un genio creativo, cualidad que ahora explota empresarialmente. Él ha creado su propia empresa, llamada Gravedad Cero, con la que se dedica a ofrecer experiencias creativas a sus clientes.

Javier estuvo trabajando durante casi tres años como consultor en innovación. Cuando su antiguo jefe le encargó explotar el talento, inteligencia y experiencia de los trabajadores de la empresa, él descubrió su pasión por la creatividad. Comenzó a formarse de forma autodidacta y llegó a desarrollar un sistema propio de generación de ideas. Fue entonces cuando decidió que quería dedicar su vida a la creatividad.

Así, en abril de 2013 nació Gravedad Cero, una empresa cuyo público objetivo son personas, empresas e instituciones que quieran comunicar, entretener y formarse de forma original y que tengan ganas de romper con los convencionalismos, arriesgando por hacer algo distinto. Se organiza en tres áreas de negocio. La primera es el área del marketing, dedicada a la realización de acciones creativas de promoción, comunicación y repercusión de marcas, productos y servicios. «Trato de transmitir el mensaje de la empresa hacia sus clientes, mediante acciones directas y originales, que sorprendan e impacten. Siempre le doy una vuelta de tuerca a las necesidades que tengan mis clientes y consigo desarrollar acciones no convencionales con gran originalidad», señala.

La segunda unidad de negocio es la dinamización de eventos, en la que se intenta aumentar la satisfacción de la experiencia del cliente, a través de la innovación y el entretenimiento. «Si un cliente tiene la necesidad de conectar personas, voy mucho más allá del simple apretón de manos e intercambio de tarjetas. Intento a través de una actividad, que la gente viva una experiencia».

Los talleres de formación son la tercera pata económica de Gravedad Cero. Enfocados a que las personas puedan generar ideas originales para resolver necesidades.

Los inicios de la empresa

Javier capitalizó parte de su prestación por desempleo para poder poner en marcha el negocio. Ese dinero lo empleó en crear su web. Además, recibió una ayuda de 1.000 euros de la Fundación Michelín, y otra del programa CREA. Una de las principales dificultades que se encontró al principio era cómo explicar su mensaje a su público objetivo. «He tenido que realizar una dura labor de evangelización para demostrar a las empresas que tienen una necesidad que yo puedo cubrir y que el hecho de hacer las cosas de forma diferente les puede venir muy bien para su negocio», afirma.

La creatividad de Javier se respira en todos los ámbitos de la empresa, incluso en la forma de comunicarse y darse a conocer. Ha organizado eventos de forma gratuita que le han servido para que su marca sea la más nombrada en el sector del marketing en Castilla y León. Además le han nominado a los premios inspira 2014, unos galardones de publicidad que anualmente organiza el foro de Creatividad de Castilla y León. Sin duda, son muchos los factores que influyen a la hora de que un nuevo negocio tenga o no éxito: pasión, iniciativa, innovación, ilusión, creatividad No hay duda de que Javier Cortecero reúne todos estos, por lo que es muy probable, que Gravedad Cero, siga dando muchas páginas sobre las que hablar.