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Sergio S. C., 'Cara Perro', durante el juicio por la 'operación Suitcase'.
Un vallisoletano enfermo de sida cumple ocho años en Venezuela por narcotráfico

Un vallisoletano enfermo de sida cumple ocho años en Venezuela por narcotráfico

El recluso, que está en una fase avanzada de VIH, fue sorprendido con 6,1 kilos de coca y le acaban de denegar la libertad condicional

J. Sanz

Viernes, 20 de junio 2014, 12:04

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A Francisco de Blas Domínguez, un vallisoletano de 49 años, le ofrecieron en 2012 un trabajito fácil por el que podía ganar unos seis mil euros, a razón de mil por cada uno de los seis kilos de cocaína que debía traer en avión desde Venezuela a Madrid. Pero la operación salió mal. La mula fue capturada en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas con 6,1 kilos de coca ocultos en su maleta. Eso ocurrió el 20 de julio de 2012. Desde entonces peregrina por distintas cárceles del país sudamericano para cumplir una condena de ocho años de prisión. Un tribunal acaba de denegarle su petición de libertad condicional, aunque sí ha acordado su hospitalización en un centro penitenciario para que sea tratado, al menos, de la larguísima lista de graves enfermedades asociadas al sida que padece.

El correo formaba parte del grupo de diez mulas captadas por una «cédula» asentada en la provincia que, a juicio del fiscal encargado del caso la vista oral contra estos últimos y su cabecilla concluyó ayer, viajaron a distintos países sudamericanos entre abril y agosto de 2012 para intentar transportar distintas cantidades de cocaína para una organización de ciudadanos nigerianos.

Desaparecido en Argentina

La mayoría fueron capturados con la droga en Barajas, otro fue detenido en Amsterdam, Francisco de Blas cayó en Caracas fueron intervenidos 29,7 kilos y una de las mulas, incluso, sufrió un robo en Argentina y desde entonces permanece en paradero desconocido en aquel país. A todos ellos, según explican fuentes policiales, les ofrecieron el pago de mil euros por cada kilo de coca.

El peor parado de los ocho correos detenidos fue, sin duda, Francisco de Blas, que fue arrestado en el aeropuerto de la capital venezolana, junto a tres agentes corruptos de Aduanas, y que fue condenado inicialmente a diez años de prisión, aunque la Corte de Apelaciones le rebajó después la pena a ocho años.

Pero el vallisoletano ya arrastraba para entonces una enfermedad asociada a su condición de toxicómano y apenas ocho meses después de su arresto, en junio de 2013, fue enviado al hospital desde la prisión Rodeo II, en la que cumplía condena. Allí le diagnosticaron «sida en fase tres, piodermitis, sarcoma de kaposi, linfoma y desgaste orgánico».

Así que el propio director de la cárcel solicitó su hospitalización permanente. El tribunal concedió esta medida, al entender que el reo «requiere de cuidados especiales y que carece de apoyo familiar en este país la salud es un derecho social fundamental», pero denegó su posterior petición de libertad condicional al estar condenado por un delito, como el tráfico de estupefacientes, catalogado allí como de «lesa humanidad». De forma que el vallisoletano, en principio, languidece desde entonces en un hospital venezolano.

El fiscal pide diez años para sus captadores

Entre tanto, el juicio contra los presuntos captadores de multas acusados de enviarle a Venezuela concluyó ayer con la petición, por parte del fiscal, de penas que suman 54 años de prisión para los cinco imputados.

Goodnews G. M., el ciudadano nigeriano implicado en la operación Suitcase, era «el amo y señor de la droga» que hacía llegar a España procedente de Sudamérica una «organización criminal» encabezada por él mismo en Madrid y que contaba con una «cédula independiente de apoyo en Valladolid formada por un lugarteniente y tres colaboradores encargados de captar a las mulas que debían transportarlas», muchos de ellos toxicómanos, según argumentó ayer el fiscal en sus conclusiones para justificar su petición de 14 años de cárcel para el supuesto cabecilla y de otros diez para cada uno de los cuatro vallisoletanos implicados Sergio S. C., Cara Perro; Juan Luis A. P., Carpita; Miahela A. C., Eva, y Sara R. M..

Los cinco fueron detenidos en agosto de 2012 en una operación que se saldó con la detención de ocho correos, en su mayoría vallisoletanos, en Barajas, Caracas allí fue arrestado Francisco de Blas, el enfermo de sida condenado a ocho años en aquel país y Amsterdam. Los abogados defensores de todos ellos solicitaron su absolución y la nulidad de los pinchazos telefónicos que desencadenaron el golpe policial.

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