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La gestoría de Lino Rodríguez y su esposa factura 1.350 euros al mes a Asaja por llevarle las cuentas

La grabación judicial de las declaraciones de los testigos ratifica que Derco, la filial por la que cobra su nómina mensual de 2.900 euros el presidente de la organización agraria, no tiene actividad

M. J. Pascual

Miércoles, 18 de junio 2014, 14:45

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Asaja Valladolid factura a la gestoría Sodeprin, propiedad de Lino Rodríguez y su esposa, unos 1.350 euros al mes por llevar «la gestión laboral y contable» de la organización agraria, además de otras cuantías por la gestión de cuentas de sociedades afines como Campo Abierto que arrienda los locales a Asaja y en la que figuran Rodríguez y su empleado Gerardo Rico y, hasta hace unos meses, la de la patatera Indycons, de la que cobraba unos 2.000 euros al mes. Esta es una de las muchas revelaciones que constan en la grabación judicial de las declaraciones de los tres primeros testigos del caso Asaja tomadas el pasado 27 de mayo, a la que ha tenido acceso El Norte de Castilla.

La grabación también confirma que el Grupo Derco, una de las sociedades filiales de la organización agraria en la provincia de Valladolid no tiene actividad, al menos, desde 1999, pero sigue pagando la nómina mensual al presidente de Asaja, Lino Rodriguez, una nómina que supera los 2.900 euros. Es el único cargo de la directiva que cobra en la asociación, sin ánimo de lucro.

El primero en declarar ante Soledad Ortega, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, que investiga la denuncia por presunta apropiación indebida contra Lino Rodríguez fue Félix Sacristán, presidente del Grupo Derco, quien afirmó que esta sociedad se fundó en 1996 «para traer fondos europeos» y que «consiguió el Proder de Peñafiel, más de 5 millones de euros para la comarca». Desde entonces «no sé que ha hecho Derco», manifestó reiteradamente. Incluso dijo desconocer «si Lino cobra de Derco todos los meses». Cuando la magistrada le enseñó el contrato de Rodriguez, único empleado de la sociedad, Sacristán declaró que la firma que figura como suya no lo es y se ofreció para someterse al cuerpo de escritura. La jueza le tomó la palabra y le instó a entregar la documentación de la sociedad.

El «no sé» del primer testigo contrastó con la declaración minuciosa del segundo, L. C., auxiliar administrativo de Asaja desde 1993. Reconoció que la sede de plaza de Madrid es también la de Campo Abierto, Campo de Peñafiel, Derco y la patatera Indycons. Este empleado reveló que hasta 2010 se le pagaba la cotización y retenciones a Rodríguez «en ventanilla» hasta que «se hizo cargo su mujer de las nóminas», lo que definió como «un completo», siempre desde Derco, «una asociación fantasma o pantalla». Sobre las facturas, corroboró que «hace dos o tres años que no las vemos físicamente, no llegan a Asaja. Como la que emite es la que lleva la contabilidad, todo queda en casa», subrayó.

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