Los expertos piden formación en nuevas tecnologías para empresas y usuarios
Resaltan el creciente papel de las redes y la tramitación por Internet en el desarrollo social
PPLL
Domingo, 19 de junio 2011, 02:49
El debate ya no es si una empresa tiene o no ordenadores (porque la mayoría los tiene). La cuestión no es, ni siquiera, si dispone de una página web. No, aquí tampoco está ya el cogollo. Las nuevas tecnologías avanzan a una velocidad tan extrema, tan vertiginosa, que la clave es si, por un lado, las empresas y sus trabajadores (o las administraciones) son capaces de ponerse al día y, por otro lado, si los ciudadanos, si la gran mayoría de los vecinos están en la onda y saben aprovechar las ventajas que les ofrecen el mundo virtual, los procesos cibernéticos, la administración electrónica. Ahí está la clave. ¿Somos capaces de ponernos al día con las nuevas tecnologías o estas nos atropellan y pasan por encima de nosotros?
El foro Valladolid Avanza ha reunido esta semana a expertos en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y responsables de la administración electrónica para debatir y analizar las posibilidades y ventajas de un nuevo panorama llamado a modificar, todavía más, las conexiones comerciales y la relación que el ciudadano mantiene, por ejemplo, con su ayuntamiento.
Ana Espinel, presidenta de la Comisión Consultiva de Industria e Innovación de la Cámara de Comercio, comienza a dibujar la radiografía actual: «Aquí, en Valladolid, nos situamos en la media nacional con respecto al número de personas que utilizan teléfono móvil, que tienen ordenador, que acceden a Internet, que disponen de correo electrónico», asegura Ana Esquivel. O sea, la mayor parte de los ciudadanos y las empresas están equipados, disponen de las herramientas necesarias para zambullirse con éxito en el nuevo orden cibernético. Ahora bien, y aquí viene el problema, no todo el mundo que dispone de estos instrumentos sabe cómo utilizarlos. «Hemos comprobado que, si el usuario no tiene una formación anterior, es muy difícil que la adquiera a posteriori. Hay un dato negativo que habría que resaltar, y es que solo el 23% de las personas, de los empresarios, acceden a formación específica en el desarrollo de TIC, de nuevas tecnologías». Solo uno de cada cuatro. Esto es vital, defiende Espinel, porque demuestra que hay muchas empresas que no saben manejarse en el nuevo mundo digital... y que tampoco están haciendo gran cosa por adaptarse a los nuevos tiempos. «Se ve de forma más clara en aquellos negocios que no tienen una segunda generación de emprendedores. En las empresas donde la edad media de los trabajadores es más alta, las aplicaciones tecnológicas no funcionan tan bien», resume Espinel, quien remacha la idea con una frase que puede resultar casi lapidaria: «La tecnología ha avanzado a unos niveles muy rápidos, y en muchos casos, el usuario no se ha ido adaptando». Hay equipos, pero no sabemos cómo utilizarlos.
Javier Durán, profesor de la Universidad de Valladolid en el departamento de Teoría de la Señal, incide en este aspecto y resalta que «cuando se hacen inversiones, hay que tener claro hacia dónde vamos, cómo vamos a utilizar y para qué queremos los equipos que compramos». En este sentido, Zaqueo Azcona, presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de Informática y representante de la CVE (Confederación Vallisoletana de Empresarios), recuerda que la equipación de una empresa en nuevas tecnologías no debe entenderse como un gasto, «sino como una inversión, que además se recupera muy pronto».
Cambio social y económico
Pablo Lebrato, director de Innovación y Modernización Administrativa de la Junta, entiende que la aplicación de las nuevas tecnologías «supone una transformación desde el punto de vista económico y social». ¿Por qué económico? «Porque en el nuevo escenario, la competencia no está en la empresa de al lado, o de la provincia vecina, la competencia directa puede venir del Lejano Oriente. Y porque algunas de las empresas de mayor éxito son las que han conseguido tener clientes a su alrededor captados a través de TIC». ¿Y por qué social? «Porque hemos pasado de una sociedad en la que las administraciones públicas, los medios y las empresas actuaban en una sola dirección, a una en la que todos podemos ser no solo demandantes, sino también oferentes de servicios. Con las nuevas tecnologías podemos acceder a una cantidad ingente de talento. El reto está en ser capaces de localizar ese talento, gestionarlo, mantenerlo, cuidarlo...», asegura Lebrato.
«Pero también es necesario saber qué se quiere ofrecer y dónde. Ahora la consigna es estar en una red social. Sí, vale. ¿Pero para qué? ¿Qué valor o servicio voy a ofrecer a través de esa red social? Porque hay que tener cuidado sobre qué pones y por qué, ya que puedes chocar con la filosofía de uso de las redes sociales», añade Javier Durán. «Las nuevas generaciones ya son nativos digitales», añade Durán. Desde pequeños han aprendido a manejar las nuevas herramientas informáticas y dominan el lenguaje de Internet. «El 82% de los adolescentes están en una red social, y está claro que van a demandar soluciones acordes a su nuevo entorno», apunta Durán, quien asegura que «hay que estar preparado para esos cambios, y las administraciones públicas y las universidades somos muy tradicionales».
Por lo tanto, esa brecha digital, según Lebrato, puede producirse en tres niveles. El primero es la disponibilidad de herramientas o equipos informáticos. O se tienen o no se tienen. Y aquí, en Valladolid, parece que en líneas generales, éste no es un problema. La segunda brecha digital viene derivada del uso, si se sabe o no se saben usar esos instrumentos. Aquí ya empieza a haber problemas. Y la tercera fractura se da en el ámbito del usuario.
«No adelantamos nada con poner muchos servicios si luego el ciudadano no los usa porque no ve utilidad o porque tiene la sensación de que hacer un trámite por Internet no es seguro», explica Pablo Lebrato. La clave, resume el responsable de Innovación y Modernización Administrativa de la Junta, pasa por crear servicios «accesibles, rápidos, seguros y cómodos».
¿Hay oferta? Parece que sí. Todavía mejorable, que se puede ampliar, pero ya se han dado los primeros e importantes pasos no solo desde el punto de vista empresarial, sino también de la oferta de servicios que lanza las administraciones.
Víctor Alonso, diputado provincial, explica que la implantación de estos servicios en el sector público son una «gran oportunidad para el desarrollo rural». Desde la Diputación no solo han facilitado equipos informáticos a los ayuntamientos (para su uso interno y para salas de acceso a Internet), sino que además han puesto en marcha una plataforma de administración electrónica a la que ya se han sumado 127 localidades y que permite realizar numerosos trámites municipales sin necesidad de acudir a una ventanilla física. El Boletín Oficial de la Provincia ya solo existe en versión electrónica (ya no se imprime en papel) y también puede resolverse por Internet la gestión tributaria.
El Ayuntamiento también ha emprendido el desarrollo de esta sede electrónica con el registro telemático (que además ha obtenido un premio nacional), ha presentado hace unas semanas su nueva web (que incide en la participación ciudadana) y para el próximo semestre está prevista la posibilidad de que el ciudadano pueda hacer a través de Internet la tramitación electrónica de expedientes, con la obtención de licencias de actividad, de obras o ambientales, o bien la obtención de diversos certificados (ahora mismo se puede conseguir el de empadronamiento), según explica Rafael Salgado, vicesecretario general del Ayuntamiento.
El papel del usuario
Ahora bien, ¿saben los ciudadanos que existe esta posibilidad de administración electrónica? ¿La usan a menudo? Porque no basta con que las administraciones lo ofrezcan, sino que luego sea útil.
«Existe un problema de aceptación por parte de la sociedad», reconoce Salgado, quien recuerda que el 80% de los ciudadanos disponen ya de un DNI electrónico, pero solo el 15% hacen uso de él (Zaqueo Azcona recuerda que no es solo problema del ciudadano, «puesto que el DNI electrónico no es compatible con los Macintosh»). Así pues, el objetivo pasa también por incidir en la utilidad que para el ciudadano tiene la posibilidad de llevar a cabo estos trámites a través de Internet. Gastará menos tiempo en hacerlo. Será mucho más cómodo. Y no tiene que temer por razones de seguridad. «Hay que conseguir que el usuario visualice estas ventajas». ¿Quién lo ha conseguido? La Agencia Tributaria. «Los ciudadanos saben, o tienen la percepción, de que si hacen la declaración por Internet, Hacienda les devolverá antes el dinero. Por eso esta gestión ha tenido una respuesta tan importante, porque se ha visto una ventaja. Tenemos que conseguir que esa apreciación sea visible también en otro tipo de gestiones y procesos administrativos», concluye Salgado. O sea, la utilidad da lugar al uso. «Si tú crees que eres incapaz de usar las TIC, seguramente sea porque nunca has pensado en las ventajas que obtendrías si lo hicieras», concluye Lebrato, quien pone una ejemplo muy claro: «Hay abuelos que utilizan Skype (programa de llamadas gratis por Internet) para hablar con los nietos, padres que mandan a sus hijos por correo la renta para que se la revisen. En fin, son personas que han visto una utilidad y por eso lo usan sin problemas». En definitiva, los asistentes al Valladolid Avanza también ven necesario que las administraciones lleven a cabo «mecanismos que permitan que el ciudadano visualice las ventajas de la administración electrónica».