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Un chico vende plátanos por la calle en Bangui, República Centro Africana.
Primer ensayo en humanos con superbananas enriquecidas

Primer ensayo en humanos con superbananas enriquecidas

Estos plátanos de laboratorio, enriquecidos con nutrientes para paliar el déficit de vitamina A en muchas zonas de África, han sido financiados con una beca de la Fundación Bill & Melinda Gates

antonio villarreal

Martes, 17 de junio 2014, 15:02

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Finalmente, y tras muchos años de polémica, un alimento genéticamente enriquecido será probado para ver si es aplicable a países del tercer mundo para paliar los déficit nutricionales de la población. Y contra todo pronóstico, no será el famoso Arroz Dorado, creado hace 14 años por Ingo Potrykus en el Instituto Suizo de Tecnología y que, a día de hoy, sigue en su larga batalla por salir de los laboratorios.

Se trata de plátanos o, más concretamente, de una variedad bautizada como "superbanana". Pronto comenzará el primer ensayo clínico en humanos de este proyecto QUT, dirigido por el profesor James Dale y respaldado con cerca de 10 millones de dólares por la Fundación Bill y Melinda Gates.

"Los ensayos en humanos son un hito importante para este proyecto, que se inició en 2005 y hacia 2020 debería ver estas variedades de banano enriquecidas con pro-vitamina A siendo cultivadas por los agricultores de Uganda", dijo Dale.

El plátano Highland o banano de cocción, ya que suele consumirse cortado y cocido al vapor, es un alimento básico de muchos países de África oriental, pero tiene niveles muy bajos de nutrientes como pro-vitamina A o hierro. "Las consecuencias de la deficiencia de vitamina A son nefastas", explica Dale, "con 700,000 niños en todo el mundo muriendo cada año por deficiencia de esta vitamina y otros 300.000 quedándose ciegos".

Necesidad de vitamina A

Existen también evidencias sobre los efectos perniciosos de la deficiencia de vitamina A en el sistema inmune o el desarrollo del cerebro de los niños. Estos plátanos se obtuvieron en pruebas de campo realizadas en Innisfail, Australia, y fueron transportados a Estados Unidos, donde se realizará este ensayo en humanos, que durará seis semanas y ofrecerá resultados concluyentes antes de fin de año.

Dale dijo que los ensayos anteriores, donde quienes probaron los plátanos fueron un grupo de gerbos de Mongolia, habían tenido éxito.

Aunque por fuera, las plataneras enriquecidas se parecían a cualquier otra, por dentro la cosa cambia. "La carne de un plátano enriquecido con pro-vitamina A es de color naranja en lugar del color crema al que estamos acostumbrados y, de hecho, cuanta más pro-vitamina A, más naranja se vuelve la carne del plátano", dijo Dale. "Nuestro objetivo es aumentar el nivel de pro-vitamina A a un nivel mínimo de 20 microgramos por gramo, con el fin de mejorar significativamente el estado de salud de los consumidores de este banano en África".

"Cientos de diferentes permutaciones se realizaron en los ensayos de campo y lo hemos probado todo para asegurarnos de que nuestra ciencia funciona. Ahora los genes con mejores rendimientos han sido trasladados a Uganda para realizar las pruebas de campo allí", dijo el investigador.

Adecuando la ley

La legislación para permitir que los cultivos modificados genéticamente sean comercializados en Uganda se encuentra actualmente en fase de estudio en el Parlamento ugandés. Con el apoyo del Gobierno, los científicos esperan que la legislación para permitir la comercialización de los cultivos modificados genéticamente esté aprobada antes de 2020. Ya existen normas que permiten desarrollar en el país pruebas de campo de cultivos modificados genéticamente.

Para Dale, una vez aprobada en Uganda, no habría ninguna razón para que la misma tecnología no fuera utilizada para enriquecer cultivos en países cercanos como Ruanda, partes de la República Democrática del Congo, Kenia o Tanzania. "En África occidental los agricultores cultivan plátanos y esta misma tecnología podría ser fácilmente transferida a esas otras variedades", dijo Dale.

"Este proyecto puede tener un impacto muy positivo en los productos alimenticios de primera necesidad en gran parte de África y, al hacerlo, mejorar la salud y el bienestar de millones y millones de personas".

El director del proyecto QUT añadió que el mayor desafío al que se enfrenta el proyecto era puramente de logística, al pasar de un proyecto a pequeña escala a uno a escala nacional. En los próximos años, el equipo de científicos en Uganda que espera hacer el proyecto realidad en este país estará acompañado por cinco estudiantes de doctorado ugandeses que trabajan actualmente en el equipo de Dale.

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