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El reto exige crear nuevos materiales
Noruega busca electricidad a seis kilómetros bajo el suelo

Noruega busca electricidad a seis kilómetros bajo el suelo

El proyecto NextDrill busca desarrollar tecnologías de perforación con las que hacer taladros de 5 o 6 kilómetros, y generar energía limpia con las temperaturas de la Tierra a esa profundidad

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Martes, 17 de junio 2014, 20:08

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El proyecto NextDrill está a punto de comenzar las primeras pruebas de una tecnología que, esperan, permitirá excavar agujeros de varios kilómetros de profundidad. Su objetivo es poder crear plantas de energía geotérmica rentables en casi cualquier parte del mundo que aprovechen las altas temperaturas del subsuelo para generar electricidad.

«Hasta ahora lo que hemos hecho apenas es arañar la superficie de la Tierra. El calor que mucha gente extrae de sus jardines y después usa con bombas de calor no es energía geotérmica, sino solar», asegura Alexandre Kane, director del proyecto. Durante el mes de agosto, Sintef, un centro de investigación escandinavo, y las empresas Sandvik, Resonator y H.C. Stark, probarán por primera vez dos tecnologías con las que quiere abaratar los taladros de gran profundidad.

«Si queremos que sea comercialmente viable tenemos que taladrar a un coste inferior al que lo hace la industria del petróleo, y sin necesidad de subsidios permanentes», explica Kane. Su intención es obtener una tecnología capaz de llegar hasta los 5 o 6 kilómetros de profundidad, donde las temperaturas son suficientemente elevadas como para que tenga sentido crear una planta geotérmica a gran escala.

Retos

En la corteza terrestre, la temperatura aumenta con la profundidad. Según la región, esta crece entre 25 y 30 grados por cada kilómetro que se desciende. Esto se debe tanto al calor que emana del interior como a la energía de la desintegración de elementos radiactivos. Una planta geotérmica aprovecha estas circunstancias para crear un circuito que envía agua fría a las profundidades y convierte el vapor que se genera en electricidad.

Taladrar a tanta profundidad supone muchos retos. Tanto las temperaturas del subsuelo como la dureza de las rocas que hay que atravesar requieren materiales de alta tecnología capaces de soportarlo todo. Aunque técnicamente es un problema resuelto 5 o 6 kilómetros están dentro de lo posible para pozos de petróleo, y son la mitad del record ruso en el Pozo Superprofundo Kola, la tecnología necesaria es demasiado costosa para justificar una planta geotérmica.

Las tres empresas y el centro de investigación trabajan en el desarrollo de nuevos materiales que abaraten estos costes. Sandvik, H.C. Stark y Sintef trabajan en la creación de compuestos capaces de soportar la fricción, altas temperaturas y golpes constantes sin romperse. Por su parte, Resonator una compañía noruega está creando un taladro de percusión rotatorio que empujará los nuevos cabezales.

«Aunque no taladraremos a mucha profundidad durante las pruebas», afirmó Kane, «esperamos recopilar información relevante que nos permita planificar las próximas etapas del desarrollo de materiales de alta durabilidad».

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