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El prototipo
El cazador de agua atmosférica

El cazador de agua atmosférica

Desarrollan un dispositivo, inspirado en un escarabajo del desierto, que permite extraer y almacenar la humedad del aire. Aunque todavía no es más que un minúsculo prototipo, podría ayudar a capturar agua en lugares áridos

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Lunes, 16 de junio 2014, 18:42

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Un grupo de investigadores ha desarrollado un material capaz de capturar y almacenar agua de la atmósfera incluso en las condiciones ambientales más secas. El prototipo está inspirado en un escarabajo del desierto del Namib, que aprovecha las horas más húmedas del día para extraer agua del aire, y así poder beber.

El escarabajo cuenta con una malla de moléculas hidrófilas e hidrófugas a lo largo de sus alas. Estas están organizadas en forma de minúsculos picos y valles que forman canales en los que se condensan gotas de agua y viajan hasta su boca. Los investigadores se han inspirado en este diseño para crear una especie de esponja que recoge la humedad y la almacena en el interior.

Los científicos han creado una suerte de alfombra de nanotubos de carbono pequeñas hebras de grafeno en forma de cilindro, a la que han aplicado dos capas. Una hidrófila que atrae el agua en la parte de arriba, y otra hidrófuga que repele el agua en el resto de lados. La superior atrae y captura la humedad del ambiente, por poca que sea, y la almacena en la maraña de carbono del interior. El resto de lados impiden que se escape.

Retos

Recuperar el agua almacenada es tan sencillo como estrujar la estructura, que se puede reutilizar. Según sus creadores, su capacidad para almacenar agua depende de la humedad ambiental. En condiciones secas, explican, su prototipo fue capaz de capturar un 25% de su peso en 11 horas. En un ambiente húmedo, sin embargo, llegó al 80% en 13 horas.

Aunque con un tamaño adecuado este artefacto sería muy útil en las zonas más áridas de la Tierra como fuente de agua limpia, los científicos reconocen que su prototipo se enfrenta a varios problemas. El principal, aclara el investigador principal, Robert Vajtai, de la universidad de Houston (EE UU), es el coste de crear la alfombra de nanotubos de carbono. Si se encontrase una forma barata de producirla, afirma, su implantación no supondría grandes retos.

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