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La dermatitis atópica empeora en invierno

La dermatitis atópica empeora en invierno

Seis consejos para evitar esta enfermedad frecuente en niños, que se agrava con la calefacción y los cambios bruscos de temperatura

redacción

Jueves, 9 de febrero 2017, 14:26

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La piel seca, sin elasticidad y más vulnerable frente a agresiones externas, se debe a la pérdida en la estructura o funcionamiento de alguno de los componentes de la barrera cutánea, una emulsión de lípidos y agua. Y durante el invierno aparecen varios factores que pueden derribar esta pared protectora, construida por las secreciones de las glándulas sebáceas y sudoríparas. Sobre todo, puede surgir una dermatitis atópica, frecuente en la primera infancia, que afecta aproximadamente entre un 5-10% de la población infantil.

«Se trata de una enfermedad crónica, que cursa en brotes recurrentes que pueden ser desencadenados por distintos motivos, como infecciones virales, vacunas o periodos de estrés», explica la doctora María Calvo Pulido, especialista en dermatología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo. «Las condiciones climáticas han demostrado influir en el empeoramiento de los brotes de dermatitis, siendo estos más frecuentes en los meses de invierno. Los principales factores que contribuyen a este empeoramiento son la temperatura y el grado de humedad. Las bajas temperaturas durante el invierno han demostrado reducir la producción de la grasa protectora de la piel, favoreciendo la deshidratación de la misma y la formación de eccemas».

Los brotes de dermatitis provocan irritabilidad, mal descanso, falta de concentración y perdida de autoestima en los niños. Para prevenir este trastorno, la experta recomienda:

1. Hidratar adecuadamente. «Aunque pensemos que el invierno puede ser más húmedo que otras estaciones por mayor frecuencia de lluvias, en realidad, pasamos la mayor parte del tiempo en el interior con calefacciones que resecan mucho el ambiente y con constantes cambios bruscos de temperatura y grado de humedad durante el día», afirma la doctora Calvo Pulido.

2. Mantener el equilibrio lipídico de la piel, mediante la aplicación de una crema hidratante diaria, lo que ha demostrado reducir el riesgo de desarrollar dermatitis atópica en bebés.

3. Evitar el uso de detergentes agresivos para el baño. «Existen productos de limpieza sin jabón o aceites limpiadores que, además de mantener el manto hidrolipídico de la piel, proporcionan una sensación calmante del picor», aconseja la doctora Calvo Pulido.

4. Usar prendas de tejidos naturales como el lino y el algodón.

5. Humidificar el ambiente.

6. Evitar el uso de suavizantes o productos con excesivo perfume.

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