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¿Sufres asma? Entonces puedes tener un accidente de tráfico

¿Sufres asma? Entonces puedes tener un accidente de tráfico

Las enfermedades respiratorias aumentan los riesgos de conducción, cuya siniestralidad es mayor en función de la gravedad de la patología

redacción

Lunes, 24 de abril 2017, 18:18

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Existe una relación, recientemente probada, entre los accidentes de tráfico y el asma o la rinitis, pues hay mayor siniestralidad entre las personas con enfermedades crónicas respiratorias, según el estudio Asma, rinitis y seguridad vial, presentado en el 50º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Las razones están tanto en los síntomas como en el tratamiento de cada paciente. Por ejemplo, si alguien padece rinitis, uno de sus estornudos durará entre 2 y 3 segundos, lo que implica conducir más de 600 metros con los ojos cerrados, si le sucede en un coche con una velocidad a 110 km/h.

De igual manera el consumo de antihistamínicos puede afectar a las actividades diarias, como la conducción, algo que desconoce el 70% de los aproximadamente 10 millones de personas con problemas relacionados con estas patologías, según la SEPAR.

Las estadísticas de accidentes en pacientes asmáticos avala esa relación: más de la mitad sucede en primavera y otoño. «La población de asmáticos presentó una mayor prevalencia de accidentes de tráfico que el grupo de control, un 41,6% frente a un 33,8%», alerta el doctor José Gregorio Soto, neumólogo y miembro del Área de Asma de SEPAR. «Esta siniestralidad es mayor en función de la gravedad de la patología. También se hallaron diferencias significativas en el momento en que se produjeron los accidentes, siendo en primavera y otoño donde se concentraron más de la mitad de los accidentes en el grupo de los pacientes asmáticos».

Los resultados de la investigación, realizada entre más de 600 pacientes, apuntan a que las reacciones alérgicas durante la conducción y al uso de determinados antihistamínicos son las principales causas del desenlace del siniestro, que afecta más a aquellos asmáticos con rinitis concomitante, y menos a los que sólo presentan rinitis, sobre todo en otoño. Frente al grupo de control (unas 420 personas), los que padece enfermedades respiratorias tienen más accidentes en esa estación: 27,4% frente a un 11%.

«La incidencia de alergias en nuestro entorno es cada vez mayor, en determinados momentos estacionales y predominantemente en conductores jóvenes», afirma el doctor Soto. «Estos problemas pueden hacer la conducción molesta e incluso peligrosa si no están controlados. Creemos que es necesario educar al conductor asmático y/o rinítico en la repercusión de estos problemas de salud en la conducción».

En la frecuencia de accidentes también influye el consumo de antihistamínicos, principalmente los clásicos o de primera generación, cuyo efecto sedante deteriora el rendimiento psicomotor. Hay especialistas que consideran que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico por parte de un alérgico tratado con estos fármacos es similar al de una persona con un nivel de alcoholemia en sangre de 0,5 gramos por litro, es decir que da positivo en las pruebas de alcoholemia.

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