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Dime qué grasa consumes y te diré cómo está tu corazón

Dime qué grasa consumes y te diré cómo está tu corazón

Las vegetales reducen entre un 32% y un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pero las de alimentos procesados puede aumentarlo hasta un 30%

REDACCIÓN

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 12:25

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El efecto del consumo de distintos tipos de grasa sobre la salud tiene un gran mito: que una dieta baja en grasa puede ser beneficiosa en la prevención de enfermedades. Pero un estudio ha logrado demostrar que un suplemento de aceite de oliva o frutos secos en la dieta reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta un 30%, en una población de alto riesgo cardiovascular, como diabéticos, personas con sobrepeso e hipertensión o con el colesterol elevado.

Para evaluar cuáles son los tipos de grasas que se relacionan con más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y mortalidad, los investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) han analizado los datos de 7.038 pacientes con alto riesgo cardiovascular, que, debido a un estudio previo, habían tenido ya un seguimiento de 6 años.

Los resultados, publicados en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, revelan que un consumo más alto de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que provienen principalmente de origen vegetal como del aceite de oliva y los frutos secos, tenían entre un 32 y un 50% menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares comparado con los participantes con un consumo más bajo de estas grasas. Además, aquellos que tenían un consumo más alto de grasas saturadas y trans, que están principalmente en productos de origen animal y procesados como la bollería industrial, tenían hasta un 30% más riesgo de sufrir enfermedades del corazón, como infarto de miocardio, accidente vascular cerebral o muerte cardiovascular.

Además, el equipo liderado por los doctores Marta Guasch-Ferre y Jordi Salas Salvado, investigador principal del CIBERobn y director de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili, investigó el efecto de sustituir unas grasas dietéticas por otras sobre la enfermedad cardiovascular. En este sentido, sustituir el consumo de grasas saturadas y trans por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como, por ejemplo, consumir frutos secos en lugar de alimentos de bollería industrial, es beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares y mortalidad.

En conclusión, explican los investigadores, las propiedades saludables de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades y la importancia de sustituir el consumo de grasas no saludables por grasas que han demostrado ser más saludables. A pesar de ello, si estas grasas saturadas y trans se sustituyen por alimentos con alto contenido en hidratos de carbono (especialmente hidratos de carbono refinados) no se consigue una reducción en el riesgo cardiovascular.

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