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Una madre ayuda a sus dos hijos con autismo.
El autismo de los niños puede estar originado por el estrés o la dieta de la madre

El autismo de los niños puede estar originado por el estrés o la dieta de la madre

Un estudio revela que este problema puede deberse a factores ambientales a los que está expuesta la mujer durante el embarazo y no solo a mutaciones genéticas

Edurne Martínez

Jueves, 29 de mayo 2014, 23:01

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En solo dos años, el número de niños autistas ha aumentado un 30%. Mientras que en 2011 solo uno de cada 88 niños tenía TEA (Trastorno del Espectro Autista), hoy ya son uno de cada 68. Hasta ahora, se creía que la mutación genética era la única responsable de que un bebé naciera con este problema y otro no. Sin embargo, un estudio de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'PLOS Genetics' revela que factores como el estrés o la dieta que lleve la madre durante el embarazo tienen mucho que ver en estos casos de TEA.

Todo comenzó cuando los investigadores se plantearon por qué en una pareja de gemelos idénticos, uno podía nacer con TEA y otro no. Un estudio publicado este mes en la Asociación Médica de Estados Unidos concluyó que las alteraciones genéticas estaban detrás de solo el 50% de los casos de autismo y que la otra mitad se debía a factores "no genéticos". Así, el estudio demostró que existían dos grupos alterados de genes en los niños con TEA distintos en comparación con los niños sin autismo, por lo que la gravedad del autismo dependerá de si esa mutación genética se acompaña de esa alteración de grupos de genes relacionados.

Los investigadores partieron de la hipótesis de que si los niños nacían con TEA por factores ambientales desarrollados durante el embarazo, las células tendrían que haber codificado un tipo de 'memoria' en las que se pudiera identificar las alteraciones químicas de los genes.Las células del cerebro hubieran sido las ideales para examinar las diferencias genéticas y ambientales de los niños con TEA, pero como eso no era posible los investigadores decidieron analizar las células epiteliales bucales que bordean la mejilla por la parte interna. "Cualquier anomalía que encontráramos en las células de la mejilla de los niños con TEA en comparación con los demás deberían existir también en las células del cerebro", asegura el autor principal del informe, el doctor John Greally.

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