Borrar
Un hombre sentado en un banco se tapa la cara.
Dos de cada tres trabajadores depresivos no cogerían la baja

Dos de cada tres trabajadores depresivos no cogerían la baja

La situación económica y el miedo al estigma social son dos de las causas de este silencio médico

Daniel Roldán

Viernes, 12 de junio 2015, 14:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La depresión continúa siendo un problema de confianza e imagen, tanto en el mundo más cercano como en el laboral. Tal es la angustia que los trabajadores que padecen de esta enfermedad deciden ocultarlo. Es lo que decide uno de cada tres empleados en España que padecen esta enfermedad mental; y de ser compartida esta información, se prefiere hacerlo con un superior (58,1% de los casos) que con los compañeros de trabajo (45%). Necesitamos políticas muy activas contra este estigma en el entorno laboral. Se trata de exigir que se equipare la atención y la asistencia de los trastornos mentales a otras enfermedades médicas, así como los fondos dedicados a la investigación, explica el doctor Miquel Roca, de la Unidad de Psiquiatría del hospital Juan March de Mallorca.

La convivencia con esta enfermedad varía según el tamaño de la fábrica o la empresa. Así, en las empresas que tienen menos de 50 trabajadores, solo cuatro de cada diez deciden contárselo a todo el mundo, frente al 24% que lo hacen en las compañías que superan esa cifra. Además, según destaca el doctor Roca, el estudio La depresión y la ansiedad en el entorno laboral presentado este viernes en el seminario Lundbeck demuestra la situación de estrés que viven estas personas. El 64% de los encuestados declara que no cogería la baja si fuese diagnosticado por depresión a pesar de que nueve de cada diez reconoce que esta enfermedad afectaría a su rendimiento.

Una actividad laboral que disminuye, unido a un silencio sobre la depresión, puede acabar en un despido por bajo rendimiento que se podía haber evitado. Muchos se arrepienten de no haberse cogido una baja, apunta el doctor Roca. Hay que ser equilibrado con la baja laboral. A veces es necesaria e imprescindible pero tampoco es la panacea, añade el doctor Guillermo Lahera, profesor de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad de Alcalá de Henares. Una baja de corta duración, para no romper la rutina, es la recomendación general de los expertos. Sin embargo, las mujeres, los empleados a tiempo parcial y los mayores de 55 años son los colectivos que menos deciden coger la baja. El miedo a perder el puesto de trabajo y al qué dirán influyen en esta toma de decisión.

Impacto

Los expertos alertan de la falta de importancia que se le da a la depresión, sobre todo teniendo en cuenta que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo señala que las enfermedades mentales cuestan a los países miembros hasta un 4% del PIB. Dentro de la Unión Europea, la depresión, por ejemplo, tuvo un coste estimado en 2010 de más de 92.000 millones. La mayoría de estos costes son indirectos, 54.000 millones, tales como pérdida de productividad laboral, bajas por enfermedad y jubilación anticipada. Y la pérdida de productividad provocada por el absentismo y presentismo representa en torno al 50% de todos los costes relacionados con la depresión.

En España, el impacto económico de la depresión es aún más importante cuando los episodios se hacen recurrentes, y además, varía según la respuesta del paciente al tratamiento recibido. En este sentido, se ha observado que un paciente con respuesta inadecuada tiene un coste asociado de casi el doble comparado con un paciente en remisión, tanto en costes directos (857,2 euros frente a 443,2 euros, respectivamente) como en costes por pérdida de productividad laboral (1.842 euros contra 991,4 euros, respectivamente).

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios