Borrar
Tammie Jo Shukts, ante un f-18 en 1992. Reuters
«Hemos perdido parte del avión», la increíble y calmada llamada de alerta de la piloto del Boeing 737

«Hemos perdido parte del avión», la increíble y calmada llamada de alerta de la piloto del Boeing 737

Tammie Jo Shults, la comandante que aterrizó el martes un avión tras el estallido de uno de sus motores, se propuso ser una de las primera mujeres en pilotar un caza y lo logró

J.Vázquez

Viernes, 20 de abril 2018, 12:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Gracias... gracias muchachos, por la ayuda». Fueron las últimas palabras que dirigió por radio la piloto de Southwest Airlines Tammie Jo Shults a los controladores del aeropuerto de Filadelfia (EEUU) donde el pasado martes se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia. Acaba de concluir la pesadilla iniciada unos 25 minutos antes, cuando el motor izquierdo del Boeing 737 que pilotaba estalló en pleno vuelo, a 9.800 metros de altura. La prueba de riesgo por la que nadie quiere pasar.

El incidente provocó la muerte de una mujer, Jennifer Riordan, de 43 años, y heridas leves a otras siete personas, pero todos los testimonios coinciden en que las consecuencias hubieran sido mucho más graves si Tammie no hubiera actuado con el temple y la pericia con que lo hizo. «Estamos con un solo motor y hemos perdido parte del avión, por lo que tendremos que reducir un poco la velocidad. ¿Pueden enviarnos atención médica a la pista?». Su voz sonó en todo momento calmada y firme en sus comunicaciones con la torre de control.

Aquí puedes escuchar esa llamada:

La exitosa maniobra de aterrizaje salvó la vida a los otros 148 ocupantes de la aeronave, por lo que recibió, multiplicadas, sus palabras de agradecimiento a los controladores. «La piloto fue increíble», escribió una pasajera en Instagram. «Es una heroína –confirmó otra en Facebook–. Después de aterrizar vino a hablar con cada uno de nosotros». Elogios mezclados con un sentimiento de liberación tras la angustiosa experiencia de caer vertiginosamente con las mascarillas de oxígeno en la boca y de verse cara a cara con la muerte.

Una niña entre aviones

En un país que, de tanto en tanto, parece necesitar de héroes, numerosos usuarios de las redes sociales han comparado a Shults con Chesley 'Sully' Sullenberger, el comandante que en enero de 2009 logró amerizar un Airbus 320 en el río Hudson de Nueva York con 150 personas a bordo. Pero, tal vez esta mujer se encuentre un escalón por encima. Y quizás su reciente hazaña se explique mejor si se tiene en cuenta que se convirtió, en los años ochenta, en una de las primeras mujeres en pilotar el caza F-18 Hornet y que era capaz de aterrizar ese rayo con alas en un portaviones a 240 kilómetros hora. El F-18 alcanza velocidades próximas a los 2.000 kilómetros/ hora, más del doble que un avión comercial, ya altitudes de algo más de doce kilómetros.

Según ella misma ha contado en alguna ocasión, no le resultó especialmente sencillo llegar a ser piloto de combate, uno de sus sueños desde que tuvo uso de razón. Tammie Jo Bonnell –este era su apellido de soltera– nació en Texas hace 56 años y se crió en un rancho de Nuevo México, cerca de la Base de la Fuerza Aérea Holloman. «Crecí rodeada de aviones, viendo su espectáculo todos los días, y siempre supe que yo tenía que volar», escribió hace unos años. En su último curso de Secundaria, en 1979, asistió a una conferencia de un coronel de aviación retirado que le dijo, sin delicadezas, que si aspiraba a convertirse en piloto perdía el tiempo. «No hay mujeres profesionales en esto», le espetó. No fue la única voz que trató de convencerla de que su sexo era un obstáculo infranqueable para su objetivo. Pincharon en hueso.

En la imagen superior, el avión que sufrió el accidente. A la izquierda, el motor que estalló en pleno vuelo. A la derecha, Tammie Jo Shults en la cabina del avión. Reuters
Imagen principal - En la imagen superior, el avión que sufrió el accidente. A la izquierda, el motor que estalló en pleno vuelo. A la derecha, Tammie Jo Shults en la cabina del avión.
Imagen secundaria 1 - En la imagen superior, el avión que sufrió el accidente. A la izquierda, el motor que estalló en pleno vuelo. A la derecha, Tammie Jo Shults en la cabina del avión.
Imagen secundaria 2 - En la imagen superior, el avión que sufrió el accidente. A la izquierda, el motor que estalló en pleno vuelo. A la derecha, Tammie Jo Shults en la cabina del avión.

La resuelta joven, una devota cristiana, fue dando los pasos necesarios para ser admitida en las academias aéreas, proceso en el que conoció a un compañero de estudios, Dean Shults, que ahora es su marido. Ambos trabajan para la misma compañía, la Southwest Airlines. Tammie sirvió en la Armada durante diez años y alcanzó el rango de teniente comandante. Dejó el Ejército en 1993, el mismo año en que el entonces secretario de Defensa de EE UU, Les Aspin, ordenó a los jefes militares que permitieran a las mujeres volar en misiones de combate, algo que Tammie no puedo hacer.

El matrimonio Shults vive ahora en San Antonio (Texas) y tiene dos hijos, una chica de 20 años y un muchacho de 15.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios