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Representación de la supermolécula
Crean una gran molécula artificial que impide la infección del ébola

Crean una gran molécula artificial que impide la infección del ébola

Investigadores españoles diseñan una pelota cubierta de azúcares que, en concentraciones mínimas, ha logrado inmunizar células in vitro frente al virus

b. robert

Lunes, 9 de noviembre 2015, 19:06

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Una colaboración entre cuatro instituciones científicas españolas ha desarrollado una supermolécula capaz de bloquear, incluso en concentraciones muy pequeñas, la infección de una réplica artificial del virus del ébola. Con esta prueba, todavía conceptual y en un estado incipiente, abren un camino para el desarrollo de una nueva clase de fármacos con aplicaciones antivirales, antibacterianas o incluso capaces de luchar contra células cancerígenas.

Para lograr detener la infección, los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre (i+12), el Instituto de Estudios Avanzados de Nanociencia (Imdea) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han diseñado una molécula gigante que se conecta con las células del cuerpo en la misma puerta, un receptor, que usaría el ébola para atacarla. Una esfera de átomos de carbono envuelta en otras doce pelotas similares, recubiertas a su vez de los mismos azúcares que usa el virus como llave de acceso. Cuando llega éste ya están ocupadas y, por tanto, se queda fuera, desprotegido y a la espera de que el sistema inmunitario le dé caza y lo destruya sin haber logrado reproducirse antes.

De momento, esta técnica solo se ha probado in vitro es decir, sobre células cultivadas en un laboratorio y con un virus del ébola sin capacidad para reproducirse por una cuestión de seguridad. Puede, por tanto, que en el paso a las pruebas con seres vivos surjan toda clase de complicaciones que todavía no se han podido observar. «Hemos dado con una molécula muy atractiva, tenemos un buen asunto entre manos», asegura Nazario Martín, director adjunto de Imdea Nanociencia, investigador de la UCM y experto en fullerenos, las pelotas de carbono que forman el armazón de la supermolécula. «Pero ahora tendremos que pasar a los ensayos biológicos, así que aún queda mucho por recorrer».

Fáciles de diseñar

«Esta gran bola de azúcar se ha construido a partir de una molécula de carbono, el fullereno C60», explica Javier Rojo, coautor del trabajo e investigador del Instituto de Investigaciones Químicas de CSIC. «Su estructura tridimensional, semejante a un balón de fútbol, ha permitido conectar mediante enlaces químicos hasta doce unidades más de este elemento. El resultado es una superestructura globular recubierta de manosa, el mismo tipo de azúcar que tiene el ébola en la superficie».

Pese a que la creación de los investigadores es una molécula de gran tamaño, en realidad es unas diez veces más pequeña que el virus del ébola, que de por sí no es especialmente voluminoso comparado con otros patógenos. Aun así, al estar compuesta por doce pelotas que recubren a una central, logra ser efectiva incluso en concentraciones ínfimas. «Usar fullerenos nos permite mejorar entre tres y cinco órdenes de magnitud con respecto a otro tipo de moléculas con propósitos parecidos», señala el director adjunto de Imdea Nanociencia. Es decir, una sola de sus moléculas puede sustituir a entre mil y 100.000 de otro tipo. «Y además son muy fáciles de diseñar y de elaborar. Crearlas no requiere de procesos larguísimos de veinte o treinta pasos», sentencia.

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