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Representación del cometa estudiado por 'Rosetta'.
Resuelto el misterio de la 'canción' del cometa sobre el que se posó 'Philae'

Resuelto el misterio de la 'canción' del cometa sobre el que se posó 'Philae'

La roca que la nave 'Rosetta' ha estado estudiando durante un año emite sonidos debido a oscilaciones en el campo magnético a su alrededor

europa press

Martes, 25 de agosto 2015, 11:45

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Científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han resuelto el misterio del 'canto' del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, la roca que la nave espacial 'Rosetta' ha estado estudiando en detalle desde agosto de 2014. Los sonidos emitidos por 67P son oscilaciones en el campo magnético alrededor de la cometa, según el documento publicado en 'Annales Geophysicae'.

Según indican los expertos, el entorno espacial del cometa está impregnado por el viento solar -un flujo continuo de gas cargado eléctricamente, el plasma, y líneas de campo magnético encadenadas a lo largo del Sol- que interactúa con la atmósfera de gases de polvo de 67P. A consecuencia de esto, aunque el núcleo de 67P no tiene ningún campo magnético propio, la atmósfera del cometa o coma se magnetiza.

Por esto, el magnetómetro RPC que tiene 'Rosetta' comenzó a detectar fluctuaciones de gran amplitud en este campo magnético a la llegada de la nave espacial en el cometa el 6 de agosto de 2014. Durante cuatro meses, hasta noviembre de 2014, el equipo de RPC detectó unos 3.000 casos de actividad de las ondas con frecuencias de unos 40 milihercios (mHz).

"Esto es completamente nuevo para nosotros, no lo esperábamos y todavía estamos trabajando para entender la física de lo que está sucediendo", ha señalado en el blog de la misión el investigador principal de RPC, Karl-Heinz Glassmeier. Esta es la primera detección de las ondas de esta naturaleza que se realizan en un cometa. En encuentros cometarios anteriores, en sobrevuelos de naves espaciales, los investigadores midieron la actividad de ondas con frecuencias unas diez veces menores.

Gracias a 'Rosetta'

La diferencia en el caso 67P es que 'Rosetta' ha viajado junto a la roca, por lo que sus instrumentos han podido medir el campo magnético durante un largo periodo de tiempo, incluso cuando el cometa estaba todavía relativamente lejos del Sol.

El instrumento RPC recogió los datos obtenidos en el estudio, mientras que el cometa estaba a unos 400-540 millones de kilómetros del Sol. En este punto, la actividad del cometa era baja y no se encontraba expulsando una gran cantidad de gas y polvo en el espacio. Además, la magnetosfera inducida estaba empezando a formarse.

De hecho, la 'canción' de 67P en esta primera etapa era muy diferente a los 'sonidos clásicos' detectados en cometas cerca del Sol. El equipo llegó a la conclusión de que existía un nuevo mecanismo que generaba las olas de 40 mHz.

Cuando los científicos descubrieron la primera canción misteriosa del cometa con el RPC, ya se sospechaba que tenía algo que ver con la actividad del cometa -aunque fuera baja- y las partículas neutras que libera al espacio. La radiación ultravioleta del Sol causa ionización de estos átomos y moléculas, incluyendo las moléculas de agua.

En el entorno de plasma alrededor del núcleo del cometa, los iones se mueven recién nacidos perpendicularmente al campo magnético, formando lo que se llama una corriente eléctrica de campos cruzados. Resulta que esta corriente es inestable, y, en definitiva, es lo que hace que el cometa cante.

Como una manguera

"El proceso físico es algo difícil de entender sin una comprensión más profunda de la física del plasma, pero podemos usar una analogía simple para tener una mejor idea de lo que está pasando", dice Glassmeier. "Piense en la manguera de su jardín. Si se inicia el flujo de agua, existe la posibilidad de que la manguera comience a oscilar, generando olas. Esto es lo que sucede en el plasma. Por supuesto, el flujo que tenemos en la situación del cometa no es como el del agua, sino que es un flujo de partículas cargadas. Pero de alguna manera la analogía es adecuada", ha precisado.

Ahora, los científicos se preguntan si 67P seguirá 'cantando' la misma canción según se vaya acercando al Sol, o si comenzará a emitir sonidos cometarios más clásicos.

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