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Vista de los yacimientos de Atapuerca.
Los hombres de Atapuerca ya cazaban organizados en grupos

Los hombres de Atapuerca ya cazaban organizados en grupos

El estudio se basa en la gran concentración de huesos de bisonte (unos 23.000) hallados en el yacimiento de Gran Dolina

EFE

Miércoles, 22 de marzo 2017, 16:13

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Hace 400.000 años, los hombres de la sierra de Atapuerca, en Burgos, ya se coordinaban para cazar en grupo y conducir a sus presas hasta un lugar donde eran acorraladas, cazadas y procesadas, un comportamiento altamente complejo que hasta ahora se consideraba exclusivo del hombre moderno.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en el Journal of Human Evolution, realizado por investigadores de la Universidad Complutense (UCM) y del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES).

El estudio se basa en la gran concentración de huesos de bisonte (unos 23.000) hallados en el yacimiento de Gran Dolina (Atapuerca), una prueba de que los neandertales primitivos del Pleistoceno Medio que poblaban la zona ya practicaban la caza comunal de manadas. "Hasta ahora se pensaba que este comportamiento era exclusivo de los humanos modernos, pero nosotros hemos demostrado que hace 400.000 años estaba plenamente desarrollado. Los preneandertales de la Sima de los Huesos (Atapuerca), probables protagonistas de esta acumulación, tenían las capacidades cognitivas y el desarrollo social necesario para aplicar este tipo de estrategias de caza", asegura Antonio Rodríguez-Hidalgo, investigador del IPHES y autor principal del trabajo.

Para John Speth, catedrático emérito de arqueología de la Universidad de Ann Arbor, en Michigan, el hallazgo puede considerarse "uno de los descubrimientos de la década para la prehistoria de Eurasia", explica el IPHES en una nota. Y es que, hasta ahora, no se había demostrado que los humanos primitivos de Atapuerca fueran capaces de cazar en grupo presas grandes y ágiles como el bisonte, una actividad que requiere mucha cooperación y coordinación.

Pero además, "los esfuerzos cooperativos para matar a múltiples individuos de un animal tan grande como el bisonte implica que los cazadores pueden haber compartido carne entre los participantes, insinuando nuevamente un nivel de complejidad social que no se había demostrado previamente durante un período de tiempo tan remoto", matiza el catedrático.

Además, el estudio determina que el lugar donde yacen los huesos de bisonte, podría haber sido empleada como lugar de matanza y primer punto de procesado de las carcasas.

Y es que los huesos muestran una representación muy sesgada del esqueleto y a su vez poco común en los yacimientos prehistóricos, ya que predominan los elementos axiales.

"Al tratarse de cazas comunales con gran cantidad de presas los homínidos podían seleccionar las partes más ricas en nutrientes, como son las patas, y se las llevaban a los campamentos dejando la zona axial a merced de los carroñeros, los lobos y las hienas", observa Rodríguez-Hidalgo. "Junto con estos restos se conservan, además, una gran cantidad de huesos hioides (situados bajo la lengua) con marcas de corte, lo que significa que durante el despiece de las presas los homínidos consumieron las lenguas de los bisontes a modo de tentempié o snack por ser ricas en grasa y proteínas", añade el investigador.

Por último, la misma investigación determina que este tipo de caza se repetía estacionalmente, es decir, de manera puntual en unos momentos del año, y que los preneandertales de Atapuerca utilizaban Dolina para capturar y matar a los bisontes al final de la primavera y a inicios de otoño, probablemente siguiendo las migraciones de estos animales.

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