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Poner a remojar las barbas se lleva ya muy poco. J
A estos refranes, ni caso

A estos refranes, ni caso

La retahila de dichos populares en castellano es extensísima, y precisamente por eso contiene frases que van de lo desactualizado a lo políticamente incorrecto. Muchos de ellos, directamente, son de un machismo que tira para atrás

Eloy de la Pisa

Viernes, 10 de febrero 2017, 21:03

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Dicen que en el refranero se encuentra la sabiduría de los pueblos. Y es más que posible que sea verdad. Al fin y al cabo nace de la observación de la realidad y de lo que circunda a una sociedad. El problema es que ese conjunto de dichos y frases también refleja los vicios de esa misma sociedad. Y la española ha sido, y es, muy machista. Y ese defecto se percibe con nitidez en cuanto buceas superficialmente por las sentencias populares. Ese machismo, visto con ojos del siglo XXI, es francamente repudiable; visto con los ojos de cuando nació cada refrán, nos da una excelente visión histórica del pensamiento y la filosofía de la vida de quienes habitaban por entonces España.

El otro problema, escrito sea entre comillas, es la desactualización. Sobre todo en lo referido a cuestiones climatológicas o de comportamientos relacionados con los animales. El hombre ha cambiado en tan breve espacio de tiempo las condiciones de vida sobre la tierra que perviven frases, tomadas como verdad cierta a mediados del siglo pasado, que se han quedado ya obsoletas.

Y sobre estos dos asuntos va este reportaje. No están todos los refranes, por supuesto, pero sí los que creo que se ajustan a las premisas que he relatado.

Machismo irredento

Leer e interpretar algunos de los refranes que hablan sobre la relación entre hombre y mujer resulta, vistos ahora, espeluznantes. Algunos, de hecho, suenan francamente ofensivos en estos tiempos.

Por ejemplo: 'A la mujer y al papel, por detras has de ver'. El significado es evidente. Y más en su versión más ofensiva: 'A la mujer y al papel, hasta el culo has de ver'. Imagina el lío que se montó cuando al portavoz del PP en el Ayuntamiento de Jaén se le ocurrió citar la frase para criticar un auto judicial

Hay refranes que aconsejaban ser cauto en la relación con las féminas, en previsión de que te dejen sin nada: 'A la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero'. O los que las ridiculizaban si no consiguen esposo pronto: 'A los quince, los que quise; a los veinte, con el que diga la gente; a los treinta, el primero que se presenta'. Ya se sabe que, antaño, quien no se casaba pronto se quedaba para vestir santos.

El matrimonio, desde luego, es una buena fuente de inspiración para nuestros antepasados. Algunos cuestionando que ya que te casas, debes intentar sacar algún privilegio: 'Casarás en mala hora, y comerás cabeza de olla'. Y otros haciendo mofa de la supuesta falta de discreción del género femenino. 'Cien damas en un corral, todas en un cantar'; 'Mujer y picaza, cuanto oye echa a la plaza'.

Hay otra línea cuando menos curiosa. Más allá de aquel que dice que 'la mujer y la sartén, en la cocina están bien', están los que hacen referencia a que los buenos perfumes se guardan en frascos pequeños. Otra forma de machismo. En este sentido nos encontramos con 'la mujer y la gallina, pequeñina', aunque también está el contrario: 'No hay mujer tan alta que huelgue ser mirada'. Que sigue siendo esencialmente machista, claro,

Y, para terminar este apartado, tres ejemplos en los que el machismo se expresa por vía desprecio: 'Hombre casado, asno estropeado'; 'A la mujer y a la viña, el hombre la hace garrida' (viene a decir que el amor y el trato que el varón dispensa a su esposa hacen que sea más bella) y 'triste está la casa donde la gallina canta y el gallo calla' (o que si él no lleva la voz cantante, mal irán las cosas)

¿Y sobre ellos?

Refranes que pongan al hombre a caer de un burro, o al menos resalten sus cualidades menos positivas, no hay demasiados. Obviamente, el mismo argumento que explica el machismo, sirve para entender porque el varón es tan bien tratado.

Para empezar, el hombre ha de tener claro que es un mentiroso a la ojos de las mujeres: 'Pedir al hombre veras, es pedir al olmo peras'. Pero no solo eso, es que su palabra no tiene valor porque 'la que cree al hombre jurando, quiebra sus ojos llorando'.

El cuñado, figura patria donde las haya de indudable valor social, tiene su momento de gloria: '¿Cuñados en paz y juntos? No hay duda de que son difuntos'. Vamos, que para la conciencia colectiva es casi imposible que quienes tienen tales roles sean capaces de sentarse a partir piñones.

Y dos ejemplitos mas.

Uno que refleja aquello de cómo se estropean los cuerpos. 'A los 60 pocos hombres conservan su herramienta, y es por regla general, que desde los 50 anda mal'. Y, para cerrar, el círculo y el capítulo, la prueba de que los varones, para algunos, son muy de fiar: 'Agarra al toro por los cuernos, al hombre por la palabra'.

Vamos con el tiempo

'Por San Blas, la cigüeña verás'. La cigüeña, como todas las aves migratorias, no viaja por gusto lo hace para comer. Pero ahora ya encuentran alimento en cualquier época del año en España, con lo que se quedan y se ahorran un viaje duro y peligroso. El cambio de costumbres ha terminado por desfasar el refrán.

'En enero nieblas, en mayo lluvias ciertas'. La frase tiene su base en que si hay una situación anticiclónica durante el invierno, las altas presiones se desplazarán con la llegada de la primerave y dejarán entrar hacia la península las borrascas que traen la lluvia. El cambio climático está haciendo perder vigencia a la sentencia popular, pero este año tenemos una buena ocasión para comprobarlo. Si nos acordamos, que para la climatología la memoria es muy mala. En este sentido, el que no ha perdido vigencia es el de 'Agua de por mayo, pan para todo el año' (efectivamente lluvias en este mes -siempre que no sean tormentosas o de granizo-, aseguran la cosecha en las planicies castellanas). Su contrario, 'Agua por San Juan, quita vino y no dan pan', también tiene plena vigencia. El agua a finales de junio es más dañina que beneficiosa para las vides, y al cereal ya no le aporta nada por cuanto está secándose y terminando de granar.

'Cielo ajedrezado, agua en el empedrado'. Los altocúmulos, que así es como se llaman las nubes que se asemejan a escaques del ajedrez, suelen preceder al mal tiempo, aunque su fiabilidad no es muy alta. 'Cielo aborregado, suelo mojado' es otra variantes

Y unos pocos desfasados

'Ave que vuela, a la cazuela'. Dicho antaño muy utilizado que hacía referencia a que en época pretéritas todo lo que volaba era susceptible de ser consumido. Se completa con el que solían utilizar los cazadores: 'Tres vuelos y al zurrón'. Ninguno de los dos tiene ya sentido. El primero por razones evidentes; y el segundo porque las especies silvestres son mucho más resistentes ahora que hace años. De hecho Delibes ya lo anticipó en la década de los años 70 en sus libros de caza.

'El pato y el lechón, del cuchillo al asador'. El refrán se refiere a que la carne de ambos se pudre rápidamente. Una realidad que sigue ocurriendo, claro, pero el dicho ya no tiene razón de ser gracias a los procesos de congelación.

'La letra con sangre entra'. Casi que no merece ni comentario.

'Come mucho y cena más, duerme en alto y vivirás'. No parece que el cenar de forma pantagruélica sea algo sano, según los dietistas, nutricionistas y endocrinos, que suelen recomendar todo lo contrario. El refrán ya era comentado y glosado en libros del siglo XVII, pero desde entonces las cosas han cambiado mucho.

'Ave cuchar, nunca en mi corral'. Ahora resulta que la industria del pato es una de las más boyantes y sus productos se han convertido en una delicadeza gastronómica, pero antaño las anátidas eran aves despreciadas en la cocina y sin valor culinario alguno.

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