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No es de risa

No es de risa

Los ‘payasos asesinos’ que atemorizan a EE UU saltan a Europa. En el Reino Unido las denuncias suman ya docenas

pascual perea - agencias

Viernes, 14 de octubre 2016, 20:51

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En una de las mejores novelas de Stephen King, It, un siniestro payaso de nombre Pennywise convierte la vida en la localidad de Derry en una pesadilla. El maestro de la literatura de terror supo despertar los miedos infantiles que subyacen entre los pliegues mentales de muchos adultos, y que incluso tienen una palabra técnica que los define: coulrofobia. Los psiquiatras atribuyen a varias causas el origen de este temor irracional a los payasos: por un lado, apuntan que el denso maquillaje de vivos colores y sonrisa congelada de estos personajes es una máscara que esconde su expresión y los convierte en seres imprevisibles y amenazadores; por otro, su inevitable asociación a escenas jocosas y felices, a pista de circo, palomitas y carcajadas, los hace idóneos para encarnar en el cine a asesinos pavorosos, ya que esta disonancia cognitiva acentúa su maldad. Horny el Payaso, el muñeco Krusty de Los Simpson, el Joker de Batman, el payaso tonto y el payaso triste de Balada triste de trompeta, el de Poltergeist, los crueles payasos bomberos del circo de Dumbo... Payasos asesinos, locos, zombis e incluso alienígenas han irrumpido con su mueca sangrienta en la gran pantalla para arrancar escalofríos.

Pero ahora quieren conquistar las calles. La primera aparición tuvo lugar el pasado mes de agosto en Greenville, Carolina del Sur (EEUU). Un inquietante payaso apostado ante la linde de un bosque invitaba con un susurro perverso a los niños y adolescentes que se acercaban a internarse con él en la espesura. El incidente, que algunos relacionaron con una campaña de promoción para la película 31 del director Rob Zombie, una cinta sobre payasos sádicos que se presentaba en el cine local, fue considerado una broma de mal gusto. Sin embargo, apariciones similares se repitieron en fechas posteriores en otros pueblos, provocando la alarma de la comunidad, que incluso puso en marcha una red de avisos por Internet.

Patrullas vecinales

Muy pronto, a estos primeros creepy clowns (payasos terroríficos) han comenzado a surgirles imitadores por todos los rincones de Estados Unidos. Algunos portan falsos machetes o mazos; muchos surgen de la oscuridad de la noche para asustar a los viandantes, y todos exhiben torvas muecas. La pantomima se convirtió en una amenaza muy real cuando uno de estos payasos intentó inmovilizar a una joven en el campus de la Universidad de Texas, otros blandiendo bates o barras de hierro destrozaron mobiliario público, y se produjeron algunas peleas. Patrullas vecinales para protegerse de este particular gamberrismo han surgido por doquier, los falsos bulos sobre ataques indiscriminados de payasos furiosos y clowns abatidos a tiros por la Policía se extienden sin control, e incluso en la ciudad de Orem, en el Estado de Utah, las autoridades han tenido que recordar a los nerviosos residentes que es ilegar disparar a los payasos.

El asunto ha traspasado fronteras. En Toronto, Canadá, una banda de creepy clowns ha amenazado a diversos colegios del área metropolitana, y la Policía ha tenido que intensificar sus patrullas. Se han producido varias detenciones, que han mostrado tras las máscaras a simples adolescentes con muy poco cerebro.

Pogo, el asesino en serie

Y ahora han saltado a Europa. Esta misma semana, un payaso asesino enarbolando una motosierra ha extendido el temor por el campus de la Universidad de Brunel, en Londres. En Leicestershire, otro surgió tras la tapia de un cementerio para dar un susto terrible a una vecina. Y en Essex, un par de ellos abordaron a dos chicas camino del colegio para invitarlas a una fiesta de cumpleaños. Decenas de denuncias similares se apilan en las comisarías británicas: un payaso que irrumpe desde detrás de un arbusto, otro que salta sobre un coche detenido ante un semáforo... Nada serio por el momento, más allá de las típicas gamberradas juveniles. Pero las autoridades no esconden la preocupación de que el asunto se desmadre en cualquier momento. Y muchos niños que antes iban solos al colegio tienen ahora que ser acompañados.

«No quisiera arruinar la diversión a nadie, pero no tiene nada de gracioso asustar mortalmente a alguien», ha advertido el superintendente en jefe del valle del Támesis tras recibir 14 denuncias en apenas 24 horas. Por su parte, Suki Jobson, antigua estudiante de la escuela de clowns Philippe Gaulier, señaló que «es fácil asustar a la gente. Es más difícil comunicar y brindar diversión».

No es la primera vez que estos payasos con muy poca gracia escapan de la carpa del circo. Más o menos cada diez años se producen avistamientos en Estados Unidos, generalmente en los meses previos a la fiesta de disfraces por excelencia, Halloween. Hubo, incluso, un auténtico payaso asesino. Se hacía llamar Pogo el Payaso y actuaba en fiestas infantiles, pero su auténtica identidad era la de John Wayne Gacy. De día, Pogo hacía reír a los niños ingresados en hospitales de Illinois. Por la noche, Gacy se convertía en un serial killer que entre 1972 y 1978 violó y mató a 33 hombres jóvenes.

La situación ha llegado a tal punto que el mismísimo Stephen King ha tenido que salir a la palestra para recomendar calma. «Hey, ha llegado el momento de enfriar la histeria de los payasos: la mayoría son buenos, alegran a los niños y hacen reír a las personas», escribió en su cuenta de Twitter. Por cierto, su pérfido Pennywise volverá pronto al cine para aterrorizar a la audiencia.

No solo el escritor se ha tenido que pronunciar al respecto. Hasta la mismísima Casa Blanca se ha referido al asunto al llegar a una de las ruedas de rprensa.

El martes, un reportero preguntó al portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, era consciente de la oleada de incidentes que involucran a individuos disfrazados de payaso. Earnest contestó refiriendo la pregunta al FBI y el Departamento de Seguridad Nacional.

Europa, más allá del Reino Unido

El último incidente y esta vez grave, ha sucedido en Suecia donde un hombre con una máscara de payaso ha apulado a otro en el hombro y salió huyendo. Y no es el único suceso en el país nórdico.

El miércoles dos personas vestidas de payaso amenazaron con matar a una mujer en una localidad del centro del país. "Estaba extremadamente asustada", señaló un portavoz de la Policía, añadiendo que no hay nada de divertido en esta moda.

Ese mismo día, un grupo de hombres, con el mismo disfraz, rodeó a cuatro niños de diez años y los amenazó con lo que resultaron ser motosierras falsas.

En Holanda también se han registrado avistamientos de estos payasos. La policía de la localidad de Oss se ha dirigido a ellos a través de las redes sociales: "Querido payaso-asesino de Oss, manifiestamente usted encuentra agradable o divertido hacer temer a la gente por su vida", escribió el martes en su página en la red Facebook la policía de Oss, en el sur de Holanda.

Armado de un cuchillo y un martillo, un individuo trajeado y con el rostro cubierto con una terrorífica máscara de payaso fue visto el lunes y el martes n las proximidades de un parque.

Un "payaso de espanto" también fue avistado el martes por vecinos de la localidad de Almere, cerca de Ámsterdam. "Este último habría corrido detrás de varias personas blandiendo un cuchillo", precisó en Facebook la policía de Almere, que lanzó una investigación penal.

"Usted probablemente no esté al corriente, pero jugar a hacerse el 'payaso' de esta manera es castigable", precisó la policía de Oss, que se toma este asunto "muy en serio".

Pobre Ronald McDonal

El gigante estadounidense de la comida rápida McDonald's ha anunciado que reducirá el número de apariciones públicas de su emblemático personaje de nariz roja, Ronald, para evitar que sea confundido con los siniestros payasos que han causado temor en la población las últimas semanas.

Con la cercanía de Halloween, la fiesta en la que millones de estadounidenses se disfrazan.

La víctima inesperada de este fenómeno es la figura emblemática de McDonald's, Ronald, un payaso de pelo naranja, traje amarillo, zapatos grandes y nariz roja.

"McDonald's y sus franquicias en el mercado local son conscientes del ambiente actual sobre la aparición de payasos en las comunidades; y como tal están reflexionando sobre la participación de Ronald McDonald's en eventos comunitarios por el momento", dijo la portavoz de McDonald's, Terri Hickey, al canal CNN.

La medida "no significa que no habrá apariciones de Ronald McDonald, sino que por ahora estamos reflexionando sobre la participación de Ronald McDonald's en varios eventos comunitarios", afirmó Hickey.

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