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Ligar por Internet es seguro, si sabes cómo

Ligar por Internet es seguro, si sabes cómo

El aumento de usuarios de páginas web de contactos hace que los ciberdelincuentes busquen entre ellos a sus posibles víctimas

J. A. Pardal

Lunes, 20 de junio 2016, 21:08

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Chico busca chica en red social de contactos. De repente, como salida de la nada, aparece una mujer preciosa que quiere charlar con él. A los pocos mensajes le dice que está encantada y que quiere que le envíe fotos sugerentes, o que por qué no hacen una vídeollamada para «jugar» un rato. ¿Por qué no?, se pregunta él.

Vale que este podría ser el inicio de una maravillosa historia de amor (y de sexo, por qué no decirlo), pero en la mayoría de ocasiones no nos encontramos ante la última comedia romántica trasladada a la vida real, sino ante el anzuelo de un posible chantaje, cada vez más habitual. Y es que los casos de extorsión o fraude a través de páginas web 'para ligar' no hacen más que crecer en los últimos tiempos. Los usuarios de este tipo de portales o aplicaciones para dispositivos móviles son cada vez más, y los ciberdelincuentes saben que ahí pueden tener una oportunidad.

Según la experta en ciberseguridad del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España), Ruth García, dos son las prácticas más comunes en este tipo de fraudes. Por un lado, alguien crea un perfil falso, genera una impostada relación de confianza con su víctima, y pasado algún tiempo le pide dinero, por una supuesta mala situación que atraviesa. «Si el afectado termina entregando alguna cantidad, lo más normal es que la pierda», afirma esta experta. En este tipo de casos se solicita que los pagos se realicen a través de sistemas muy difíciles de rastrear como Western Union o transferencias a cuentas de bancos en el extranjero. «En seguida hay que presentar una denuncia ante la Policía o la Guardia Civil para que intenten recuperar el importe, pero es muy complicado».

¿Cómo luchan las webs de contactos contra los perfiles falsos y las estafas?

  • Los responsables de las soluciones para ligar por Internet tienen en sus manos la capacidad de minimizar las acciones de los delincuentes que buscan engañar a los clientes de este tipo de portales web para obtener beneficios, ya sean en dinero o de carácter sexual. Según Rocío Cardosa, responsables de Comunicación y Marketing de Adopta un tío, su página web y la app a través de la que acceden sus clientes utiliza todo tipo de herramientas para luchar contra los ciberdelincuentes. Por un lado, un sistema de moderación «que permite bloquear direcciones de correo sospechosas generadas en serie». Igualmente, y como medida de precaución, evitan «que se compartan datos personales de manera abierta, como la cuenta de Facebook o el número de teléfono», y añade, «nuestros usuarios siempre tienen la posibilidad de bloquear y reportar perfiles no deseados».

  • Lo mismo ocurre en Happn, que utiliza la ubicación de sus clientes para ponerles en contacto con personas con las que pueden haberse cruzado por la calle. «La seguridad de nuestros usuarios ha sido la principal prioridad desde que lanzamos la 'app'», asegura su directora de Tendencias, Marie Cosnard. «Utilizamos Facebook Connect (un sistema de registro en el que el usuario entra en la página web con sus datos de usuario de Facebook) para evitar los perfiles falsos, no publicamos la ubicación exacta de los usuarios y nunca otra persona se puede poner en contacto con ellos si primero no lo han aceptado ellos».

  • Todos ellos coinciden en apelar al sentido común de las personas que utilizan este tipo de páginas web y a la prudencia cuando se convierte el encuentro digital en uno físico «animamos a nuestros usuarios a que su primera cita sea en un lugar público, haciéndoselo además saber a un amigo y asegurándose de que hay medios de transporte independientes», afirma Cosnard. en esa misma línea se manifiesta Ruth García, del INCIBE, «si en un momento dado vas a quedar con alguien que no conoces y nadie más lo sabe... Es una mala idea».

Los chantajes derivados del 'sexting' son el segundo de los problemas más comunes. Los especialistas lo tienen muy claro: Solo se pueden evitar sus peligros si no se envían fotos o vídeos de carácter sexual a nadie. «Una vez que esos contenidos salen de tu control es imposible saber qué ocurrirá con ellos», avisa Ruth García.

Cuando suplantando la identidad de alguien se consiguen este tipo de archivos, que luego se utilizarán para chantajear a las víctimas, esta experta ofrece desde la Oficina de Seguridad del Internauta tres pautas básicas para minimizar los daños: guardar las evidencias de que existe una extorsión, ponerse en contacto con el proveedor del servicio por el que se han obtenido esas imágenes y con los proveedores del medio por el que podrían estarse difundiendo y nunca ceder al chantaje ni responder al que lo está llevando a cabo. «Ceder a sus presiones no implica que vaya a cesar de realizarlas y ocurre lo mismo si borramos nuestra cuenta personal en la red social. Hay que hacer creer al delincuente que pasamos de él, que no le seguimos el juego».

El timo del Gigoló

Existe un tercer engaño habitual en este tipo de webs. De nuevo aparece entre los posibles contactos un perfil cuya foto es la de una mujer despampanante -parece ser que los hombres son los que caen más frecuentemente en este tipo de estafas-. Una vez que se entabla la conversación, el delincuente camuflado tras esa imagen de una chica guapa envía un mensaje similar a este: «Hola, trabajo en una agencia que busca hombres de compañía para mujeres adineradas. Buena remuneración. Llama a este número de teléfono para ponerte en contacto con nosotros XXXXXXXX». El teléfono en cuestión es un número de móvil, pero una vez que la víctima realiza la llamada, esta es desviada a un número de tarificación especial, que dispara la factura. Se trata del llamado 'timo del gigoló'

Sin ir más lejos, hace tan solo unos días se desarticuló un clan familiar que llegó a estafar 2,4 millones de euros por este método y que operaba desde Málaga.

Para la experta en ciberseguridad del INCIBE el mejor antídoto ante todo este tipo de peligros es el sentido común. «Hay que ser cauto y parar a pensar qué información sobre ti vas a dar a conocer en Internet, a alguien que no sabes exactamente quién es. Detrás de una foto puede estar cualquier persona». Además, añade, «es como el día a día, no vas por ahí contando tu vida a cualquiera con el que coincides por la calle».

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