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Ejercicio práctico de la Escuela de Conducción de ALD Automotive.
Al volante, todos los conocimientos cuentan

Al volante, todos los conocimientos cuentan

Anticiparse al peligro, guardar la distancia de seguridad y adecuar la velocidad a las condiciones de la carretera son los tres mandamientos del motor

José Luis Álvarez

Sábado, 30 de abril 2016, 08:05

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Conocer el vehículo, sus reacciones, saber evitar un obstáculo en la calzada puede reducir hasta un 20% las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico. Pero si ya ha ocurrido el siniestro, la manera de actuar también marca la diferencia de agravar los daños de los supervivientes que, por una mala práctica, podrían quedar parapléjicos. Así lo pone de manifiesto Javier Cabanas, director de la Escuela de Conducción de ALD Automotive, con sede en el centro de alto rendimiento en formación de fuego y conducción de Ilunion, ubicado en Brunete (Madrid).

Al voltante es importante en poco tiempo saber tomar una decisión que pueden o no salvar vidas, explica el responsable de esta escuela dirigida a los conductores de flotas de automóviles, miembros de las fuerzas de seguridad o escoltas personales. Similar a muchas de las que existen a lo largo de toda la geografía en las que cualquier conductor puede comprobar por si mismo que una cosa es conducir, que es lo que hace todo el mundo, y otra muy distinta dominar el volante.

Consejos prácticos

  • -Al dar volantazos continuos se desequilibra la inercia en la zaga del vehículo, con lo que aumenta el riesgo de trompo o salida de la vía con vuelco. Para equilibrar esa inercia, al hacer un zig-zag hay que enderezar durante unos segundos la dirección, de manera que se anulen los pesos que arrastran la parte trasera del vehículo hacia el exterior.

  • -Si en una curva se coche inicia un trompo, para corregirlo hay que levantar el pie del acelerador, nunca pisar el freno y girar las ruedas en el sentido hacia donde se desliza el vehículo. Todo ello sin quitar la vista hacia donde lo queremos dirigir, no hacia la dirección en la que se desliza.

  • -Frenada de emergencia y esquiva. Al encontrar un obstáculo parado en la calzada se debe pisar enérgicamente el freno y llevar el volante cogido con decisión. A la vez hay que buscar una trayectoria que evite el impacto. Para ello hay que tener en cuenta el volantazo y las posibilidades de que el coche tienda a culear.

  • -Si el accidente ha sido inevitable y el coche quedó boca abajo, apoyado en el techo hay que tener en cuenta que los ocupantes quedan sujetos del cinturón de seguridad. Soltarlos podría causarles graves lesiones, dado que caerían con todo su peso sobre el cuello. Cuando uno queda atrapado en esa posición, hay que buscar un punto de apoyo para los pies, como puede ser el salpicadero. Protegerse con un brazo la cabeza y con el otro soltar el cinturón. Así se minimiza el impacto contra el techo.

Según Cabanas, al desconocer cómo se comporta el vehículo difícilmente podemos afrontar una situación de emergencia. Por ello, el experto aconseja como primera medida conducir a la defensiva o con anticipación para evitar los riesgos; respetar la distancia de seguridad con el vehículo que circula delante y adaptar la velocidad a las condiciones de la carretera y la climatología, muchos accidentes tienen lugar por ir a una velocidad inadecuada, que la mayoría de las veces es inferior a la máxima permitida. Esto se debe a que no es lo mismo circular por un tramo seco que por el mismo bajo un fuerte aguacero o con viento cruzado.

Durante el curso, los monitores se encargan de anular todos los sistema de asistencia a la conducción para que esta sea puramente mecánica el ABS no se puede quitar con un botón-. Los vehículos actuales son infinitamente más seguros que los de hace 15 años, recuerda el responsable de la escuela, que también incide que para que todo funcione los neumáticos tienen que llevar la presión correcta. Esta no sólo es para evitar un reventón, sino que la cubierta de pueda salir de la llanta por un bajo inflado y cause un vuelco.

El curso Drive Security Program de ocho horas lectivas- tiene como objetivos mejorar las habilidades al volante y saber cómo reaccionar ante situaciones imprevistas. Para ellos los alumnos cuentan con un Nissan Pulsar, dCI 110 cv., cuyas nobles reacciones aumentan la seguridad durante las prácticas, pese a que los instructores suspenden todas las ayudas electrónicas a la conducción posibles con las que cuenta el vehículo.

En las clases se incide en la posición del conductor o la importancia de la observación, anticipación y reacción para evitar un accidente. Pero también se abordan las técnicas para adoptar una conducción eficiente. Otro de los temas que son explicados en el cursillo es la conservación de la mecánica del vehículo.

Tras las teóricas llegan las prácticas sobre cambio y freno, trazados sobre superficie deslizante, pérdidas de control de vehículo, eslalon, frenada de emergencia en curva y asimétrica (esquiva) y una prueba combinada de todas las prácticas estudiadas.

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