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Anna Riera ha plantado cara a Zara con esta iniciativa.
Anna Riera, la adolescente que ha plantado cara a Zara

Anna Riera, la adolescente que ha plantado cara a Zara

Esta estudiante de Psicología de 18 años logró que Inditex retirara unos maniquís esqueléticos de los escaparates y ahora les pide que fabriquen tallas más grandes que la 44. En una semana ha recogido 42.000 firmas

yolanda veiga

Lunes, 29 de febrero 2016, 20:05

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Zara tiene más de dos mil tiendas en todo el mundo. ¿Cómo puede ser que Gemma, Jone o Carmen nunca encuentren nada que les valga? Pues puede ser porque no hay talla más grande que la 44. Las tres han firmado ya la petición que Anna Riera, una joven catalana de 18 años, ha dirigido al grupo Inditex a través de la plataforma de activismo ciudadano y online Change.org. «Una talla 46 no es una talla grande, es una talla real. Fabríquenla», es el resumen de su campaña, que en una semana (empezó el viernes 19) ha sumado más de 42.000 apoyos, según informa El Correo.

Le quedan unos cuantos hasta los 111.822 que logró hace tres meses esta misma adolescente, cuando plantó cara a los maniquís anoréxicos de algunas tiendas de Inditex. Una iniciativa que no solo tuvo eco mediático, que también: la firma textil retiró esas muñecas «con unas piernas más finas que un brazo». La 'reincidencia' de Riera en su cruzada contra las tallas imposibles la ha convertido, sin ella pretender tanto, en la voz de muchas chicas que sufren trastornos alimenticios derivados de la dictadura de la moda que impone medidas imposibles. Lo asume ella con un punto de modestia y sensación de estar organizando una pequeña gran revolución. «Yo también he sido adolescente y me he sentido frustrada por no tener el cuerpo ideal». No ha sufrido en primera persona problemas más allá de esas pequeñas frustraciones de las que hablaba porque usa una talla estándar, pero ha visto de cerca más de una docena de casos de anorexia, bulimia... «Ver a amigas con un potencial tremendo afectadas porque les quedan apretados los pantalones es tremendo, yo hace dos años que no me peso porque no quiero que me definan por los kilos que tengo».

Sean los que sean, Anna no tiene problema para encontrar ropa ni en Lefties, que es la tienda de los maniquís famélicos. «Un día iba a trabajar y me llamó la atención su escaparate. Sobre todo las piernas de las muñecas, que abultaban menos que mi brazo. Ahora han puesto maniquís solo de cintura para arriba, siguen siendo delgados pero algo es algo». Supo que su iniciativa había llegado a buen puerto cuando recibió una carta de Inditex en la que se comprometían a cambiar sus escaparates. «Yo hice la petición para concienciar a mis amigas de Matadepera, mi pueblo, a seis kilómetros de Tarrasa. Pero se hizo viral, qué fuerte... Cuando Inditex se puso en contacto a través de Change pensé: 'Esto no está pasando'». No solo pasó, sino que espera que ahora también pase.

«Mi madre, por ejemplo, que físicamente está bien, va al gimnasio... tiene a veces problemas para encontrar ropa de su talla en estas tiendas. Los fabricantes se tienen que dar cuenta de que una mujer que usa una 44 o una 46 no es una persona con problemas de obesidad ni mucho menos. Me he fijado que hay muchas mujeres con esas tallas, es una talla real, y a esas personas se les está negando un derecho, comprarse la ropa que les gusta». La idea, en todo caso, no se le ocurrió a ella, sino a los promotores de la web weloversize.com, que rompe con los exigentes cánones de belleza que impone la moda y la publicidad y trabaja por mejorar la autoestima de los internautas. «Ellos contactaron conmigo y me pareció una idea estupenda. No quiero ser la chica de las peticiones de Change, pero acepté enseguida».

La carta a Zara está escrita en tono personal y conciliador: «Tan sólo tenéis que seguir el camino que ya han abierto otras marcas de ropa como H&M, o MANGO con su colección 'Violeta', que ya incluyen tallas grandes, con ropa hasta la talla 54. Deberíamos empezar a diseñar para personas, no para estereotipos». Y además de un aluvión de firmas (55 por hora) está recibiendo un montón de apoyos de las firmantes (son, en su mayoría mujeres): «En esta vida hay que ser mas realistas, más del 60% de las mujeres usamos una 44 o 46 y estamos encantadas», le agradece Conchi. Y Laura pone en duda incluso el sistema de medición: «No es que haya que crear un tallaje grande, sino uno real. No es normal que una 44 tenga una medida surrealista como la que tiene en muchas tiendas. Yo hace años que no entro porque no es real».

A la espera de ver cómo evoluciona la petición y si hay respuesta de Zara, Anna Riera ya plantea una iniciativa más a largo plazo. Estudia primero de Psicología y le gustaría trabajar en la prevención. «Hay que centrarse en la psicología preventiva, en mejorar la autoestima de la gente, para evitar problemas futuros. Igual 7.000 firmas son pocas para una multinacional pero son muchas personas, muchas personas que sufren».

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