El invierno más diferente
Repasar el tiempo que teníamos hace doce meses y compararlo con el que disfrutamos ahora resulta demoledor para quienes rechazan el cambio climático
Eloy de la Pisa
Miércoles, 27 de enero 2016, 17:33
Ciclogénesis explosiva, nevadas, frío intenso, vientos cortantes del norte o del oeste, heladas, días desagradables y desapacibles. Eso pasaba a finales del mes de enero de 2015. Ahora es exactamente todo lo contrario: lluvias suaves, temperaturas más suaves aún, ausencia de nieve y de heladas, terrazas llenas a mediodía, gente viendo partidos de fútbol en mangas de camisa.
¿Es esto normal?
No, no lo es. Es inusual, pero tampoco podemos decir que sea novedoso. Es cierto que se han superado en algunos lugares las máximas registradas desde que se tiene un control numérico de esto de la meteorología, peor también lo es que en muchos otros lugares no se han alcanzado esas cotas máximas. En ocasiones se nos olvida que la memoria humana es muy frágil para recordar el tiempo que hizo hace no muchos días.
En cualquier caso, los vegetales son los que más van a sufrir este invierno tan poco invierno. Los almendros ya apuntan las flores con un mes de antelación; las margaritas asoman entre el césped y los tréboles; los rosales ya muestran brotes en muchas zonas de Castilla y León y hasta los olmos y los álamos temblones muestran signos de haberse despertado. Alguien inventó la palabra veroño para definir un otoño de temperaturas altas, pero nadie ha encontrado aún el vocablo que defina este invierno primaveral.