Federer, coma y seguido

¿Recuerdan Mientras dormías (1995)?, el personaje de Sandra Bullock se hacía pasar por la prometida del rol interpretado por Peter Gallagher, en coma tras un accidente en el metro de Chicago, y acababa enamorada del hermano del enfermo, al que daba vida Bill Pullman. Y más cerca, Siete vidas, la comedia de situación que Telecinco estrenó en 1999 y cuyo Macguffin inicial era la milagrosa recuperación de David, el personaje de Toni Cantó, tras 18 años en coma y su integración en una sociedad que desconocía por completo.

Y todo porque la vida, además de ser «aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes» (Lennon dixit), es también esa película cuyos actores, las personas, no le pueden dar al pause cuando un accidente o una enfermedad les deja en stand by.

Eso le ocurrió al protagonista de esta historia el 12 de diciembre de 2004. Jesús Aparicio (pseudónimo utilizado para ocultar su verdadera identidad), a punto de cumplir 19 años, planeaba pasar un fin de semana con los amigos cuando un accidente de coche le dejó en coma en un hospital durante los siguientes once años, mientras quienes le acompañaban en el vehículo resultaron ilesos.

El despertar

Casi 11 años más tarde, el pasado 27 de agosto, Jesús recuperó la conciencia. «Había sido un golpe muy duro para todos pero nunca dejamos de creer en que este día llegaría», cuenta su madre al portal puntodebreak. «Todas las noches le hablaba al oído y le decía que estuviera tranquilo, que estaba ahí junto a él», añade. Cuando despertó, Jesús recordaba perfectamente el accidente y creía seguir con 19 años. Entonces, su familia tuvo que ponerle al día. El cambio de Zapatero por Rajoy en el Gobierno, dos cambios en el Papado, crisis económica, triunfos del deporte español... (No se ha confirmado si preguntó aquello de «¿Qué?, ¿y el Madrid otra vez campeón de Europa?, pero habría sabido que sí).

Y es que habían pasado muchas cosas desde que este fanático del tenis perdió el conocimiento, como la evolución profesional de su ídolo, el oriundo de Basilea. «Me vino el flash a la mente y pregunté qué había sido de él. Daba por obvio que ya estaría retirado». Por eso fue tan grande su sorpresa al enterarse de que Federer seguía sumando para su palmarés. «Cuando me dijeron que a sus 34 años aún seguía jugando, siendo el número dos del mundo y que todavía disputaba finales de Grand Slam, creía que me estaban gastando una broma. No lo podía creer», afirma. Y remarca: «Sabía que Federer era muy bueno, pero jamás imaginé que pudiera llegar a ganar todo lo que ha ganado».

Jesús pudo seguir por televisión la final que Novak Djokovic le ganó a Federer en Nueva York el pasado día 14. Fue una de las primeras veces que vio al serbio, quien luego de que Aparicio sufriera el accidente ganó diez Grandes Slams. El despertado tampoco pudo ver a su compatriota, Rafael Nadal, dominar el circuito y ganar 14 títulos grandes.