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Bellido posa para la entrevista. Al fondo, la portada del libro.
Santiago Bellido: «Me he metido en cada pieza, en cada Paso, y lo he intentado reflejar»

Santiago Bellido: «Me he metido en cada pieza, en cada Paso, y lo he intentado reflejar»

El arquitecto y pintor vallisoletano presentará mañana una publicación en la que recoge 58 dibujos sobre la Semana Santa de Valladolid

Lorena Sancho Yuste

Miércoles, 23 de marzo 2016, 12:11

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Aterrizó en la Semana Santa de Valladolid hace un año, tras varios en los que no la pudo vivir de cerca. Le apasionó tanto, que decidió plasmar con acuarela, tinta y lápiz, entre otras técnicas, todos los pasos que desfilan por las calles. Santiago Bellido publica ahora su resultado en un libro que presentará mañana: Emocionario. Imágenes de la Semana Santa. Una publicación de mil ejemplares que cuenta con el prólogo de Joaquín Díaz y cuyas representaciones pueden verse estos días en una exposición en la galería Rafael.

¿Qué ha querido transmitir de la Semana Santa de Valladolid en Emocionario?

Debido a mi profesión de arquitecto hacía muchos años que pasaba la Semana Santa lejos de Valladolid, en Italia. Pero el año pasado pude presenciarla en Valladolid y quise hacer lo que hacía en Italia, recoger las imágenes. Encontré una forma de vivir no solo la Semana Santa, sino el patrimonio, y de disfrutarlo. Y quise reflejarlo con el mismo sentido de maravilla con el que sale a las calles. He querido reflejar esa grandeza, riqueza, esa maravilla que tenemos aquí, en ese patrimonio, que además pasea por la calle y se puebla de piezas de arte, porque puedes estar en una procesión y de repente encontrarte con otra.

¿Qué es lo que más le sorprendió de esta Semana Santa?

El problema previo que tenía es que cuando había llegado a estar en Semana Santa no la había prestado demasiada atención, era como algo que está ahí, que lleva toda la vida. Por eso me ha venido bien alejarme para apreciar lo que hay, para poder ver la realidad. El año pasado pude apreciar la calidad de las piezas y la transformación que sufre la ciudad, que es completamente maravillosa. Me llamó la atención la fe de los cofrades, el trabajo que desempeñan con cada Paso, porque hay tallas extraordinarias, muchas magníficas, que he podido conocer.

Son un total de 58 imágenes las que recoge en la publicación y ha utilizado técnicas diversas. ¿Cómo han sido elegidas?

Dependiendo de cada obra. Primero me ayudo de material fotográfico y después del fondo. A partir de las fotografías y de las propias figuras iba eligiendo la técnica. He utilizado acuarela, pastel seco, pastel al óleo, grafito, rotulador, tinta china aguada y lápiz de color. Hay algunas que trabajo menos y que estado experimentando, como la tinta china aguada, y estoy contento con el resultado.

¿Pesa la responsabilidad de pintar obras de maestros como Gregorio Fernández o Juan de Juni?

Muchísimo. Por una parte tengo la ventaja de que son obras maravillosas, pero por otra el hecho de trabajar para los cofrades, porque serán los espectadores más directos, es una gran responsabilidad. Aquí no puedo hacer interpretaciones demasiado modernas. Me he metido en cada pieza, en cada Paso, y lo he intentado reflejar.

Usted ha confesado en más de una ocasión que es creyente. ¿Es necesario tener fe para poder pintar la Semana Santa de Valladolid?

La fe ayuda a verlo de otra forma. El que tiene fe tiene un cierto respeto hacia lo que representan las figuras y hacia la fe de las personas que procesionan las figuras y creo que ese respeto debe ser necesario.

El etnógrafo Joaquín Díaz le acompaña una vez más con un prólogo en este libro.

Mi primer trabajo fue con Joaquín, de unos Aleluyas de Urueña y lo último que hicimos fue Érase una vez. Siempre hemos mantenido una relación fantástica, y cuando acudí a él para la edición, es tan generoso que se ofreció para escribir el prólogo y ha participado en la difusión.

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