A doble paso con el Santo Cristo de la Cruz

La cuadrilla de cargadores de la Cofradía de La Esclavitud tenía un largo camino por delante cuando salió de la ermita del Cristo del Mercado hacia las siete y media de la tarde. Protegidos del sol velado por las vestiduras del trono del Santo Cristo de la Cruz, escoltados por la batería de guardias civiles que hacían su papel de hermano mayor honorario de la cofradía y precedidos por las Verónicas con el rostro de Jesús en los lienzos, los cargadores soportaron la carga de la tarde primaveral y descendieron con su paso oscilante y solemne por las calles tradicionales, cuesta abajo por José Zorrilla hasta Somorrostro, luego de nuevo en ascenso por Muerte y Vida y San Francisco hasta la plaza del Azoguejo, para emprender desde allí la subida final por la Calle Real hasta la Catedral. Más de tres horas de marcha con el Cristo de las enagüillas sobre los hombros.

En todo el camino los veinticuatro cargadores, repartidos en los seis varales del trono, ejecutaron las paradas, descensos y levantamientos, la marcha a doble paso o al sencillo que han estado preparando con dedicación desde enero.

La procesión tuvo otra novedad: las faldillas que cubren desde el siglo XVII la imagen del Cristo de la Cruz son nuevas. Están realizadas en terciopelo morado y bordadas en oro, como las anteriores, y han sido donadas por una familia cofrade del barrio, orgullosa de que la talla las llevara ayer y el Viernes Santo.

La subida a la Catedral contó los pasos al ritmo de la música de la banda de cornetas y tambores San Pablo, de Zaragoza, cuyos treinta y cinco componentes fueron los encargados de acompañar a los cofrades del barrio del Cristo del Mercado en esta Procesión del Santo Cristo de la Cruz que, para ellos, es la más importante de Semana Santa. La banda aragonesa sustituye a la de El Cirineo, de la feligresía de San Andrés, que acompañó a la Cofradía de La Esclavitud el año pasado y el anterior, como antes lo hicieron agrupaciones de Valladolid; de hecho, hoy desfilarán en la Procesión de los Pasos acompañados solo por una batería de tambores.

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