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Ricardo Rábade
Miércoles, 12 de abril 2017, 12:33
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Casi 100 personas, entre los actores de Cateja Teatro y vecinos de varios municipios, exhibirán mañana toda su fuerza expresiva durante la solemne representación de La Pasión en La Alberca, que alcanza su 38 edición y que se ha convertido en uno de los actos imprescindibles de la Semana Santa en la provincia. El atrio de la iglesia en el Solano Bajero acogerá un Jueves Santo más, a las 21:00 horas, la representación, definida como «una gran película teatralizada» por el presidente de la asociación cultural Cateja Teatro, Isidro Luengo.
Este año, como novedad destacada, «hemos querido darle una vuelta de tuerca a la representación, ensayando y trabajado mucho para cuidar especialmente la gesticulación, alargando la palabra a través del gesto de la mano», explica Isidro Luengo, quien durante muchos años encarnó el personaje de Jesucristo y que en 2016 cedió el testigo a su hijo, Miguel Ángel Luengo, quien mañana volverá a interpretar a Jesucristo por segundo año consecutivo. En la representación de este Jueves Santo Isidro Luengo asumirá el papel de un centurión romano. El año pasado fue Caifás, un personaje que mañana le tocará escenificar a José Barés. Además, se volverá a contar con la activa implicación de numerosos vecinos, procedentes también de municipios cercanos, como Sototerrano y Mogarraz. También participará el sacerdote de la iglesia como un actor más. Y desempeñarán un cometido teatral de especial importancia los 15 niños que actúan en los primeros momentos de la representación. «Intervienen al comienzo y lo hacen muy bien», subraya Isidro Luengo.
Los orígenes de esta hermosa tradición del Jueves Santo en La Alberca se remontan a hace casi cuatro décadas. «Al principio la representación se hacía en las calles por la mañana, pero comenzó a venir tanta gente que lo acabamos trasladando a la última hora de la tarde».
La Pasión cuenta también con un marco incomparable para su representación, como es el atrio de la iglesia, que emula y recrea a la perfección la Jerusalén que presenció el peregrinaje terrenal de Jesucristo.
Otro de las claves que explica su éxito es el hecho de que conviven en esta singular experiencia los actores de Cateja Teatro con numerosos vecinos. Además, hay una peculiaridad más, ya que Cateja Teatro trabaja sin director. «Tuvimos hace años un director muy bueno y cuando falleció, nos dimos cuenta de que nadie podía sustituirlo», concluye Luengo.
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