La cofradía del Santo Sepulcro escenifica el descendimiento y el entierro de Cristo

La cofradía del Santo Sepulcro protagonizó la tarde del Viernes Santo en Palencia con dos actos que escenifican el descendimiento de la Cruz y el entierro de Cristo.

Desde 2003, la penitencial, que se creó en 1407, organiza en la plaza de la Inmaculada un acto en el que el luto y el dolor se representan en el descendimiento, en el que participan doce hermanos del Sepulcro, con la túnica blanca e su hábito y un escapulario negro en recuerdo de los frailes franciscanos, cuyo carisma sigue esta cofradía.

Con un ritmo lento y pausado, los hermanos proceden a retirar los clavos y la corona de espinas de una talla articulada de Cristo realizada en 2003 por el imaginero Miguel Ángel Rojo, mientras se lee el relato del Evangelio que narra este momentos de la pasión.

El descendimiento ha sido seguido este Viernes Santo por miles de personas en la plaza de la Inmaculada.

Finalizado este acto, arrancó la procesión del Santo Entierro en la que además de los pasos de la cofradía organizadora, participaron otros que completan el relato de lo que ocurrió a Cristo ya crucificado. Son, en concreto, los crucificados del Cristo del Perdón, Cristo de la Misericordia, Jesús Crucificado -acompañado de Nuestra Madre Dolorosa-, el Calvario, el Descendimiento, la Piedad y la Soledad. La procesión la han cerrado el Santo Sepulcro y la Virgen de los Siete Cuchillos, ambos de la cofradía organizadora.

La procesión ha sido larga por el número de cofrades, pero ordenada. Por un problema con el cableado, el objetivo inicial de ir al Salón no se ha podido producir y la procesión ha girado en la calle San Bernardo para enfilar la Calle Mayor y terminar en la sede del Santo Sepulcro, donde se ha producido la despedida.