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Viviendas de la urbanización Fuente la Bola. M. Rico
Vecinos de una urbanización de Cuéllar expresan su temor por la presencia de ‘okupas’

Vecinos de una urbanización de Cuéllar expresan su temor por la presencia de ‘okupas’

Conducción temeraria por las calles del barrio y amenazas forman parte del día a día de los residentes

mónica rico

Cuéllar

Sábado, 23 de septiembre 2017, 11:21

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Desamparados y con miedo. Así es como se sienten los vecinos de la urbanización Fuente la Bola, lo primero por las autoridades, y lo segundo debido a unos vecinos que desde hace más de un año ocupan varias viviendas en el lugar y con los que la convivencia es prácticamente insoportable por parte de la falta de civismo de los mismos.

La situación comenzó en el verano del año pasado, cuando varias familias de etnia gitana, tras ocupar ilegalmente unas viviendas municipales de las que fueron desalojados, se instalaron en algunas de las numerosas casas vacías con las que cuenta la urbanización, situada a las afueras de la localidad. Después de entrar en las casas de forma ilegal, los ‘okupas’ conectaron las tomas de las viviendas a los servicios públicos como la luz y el agua, cuestión que los vecinos pusieron en conocimiento del Ayuntamiento y las empresas suministradoras, que realizaron el corte pertinente, aunque apenas unas horas después volvieron a realizar la conexión.

«Desde entonces no se ha hecho nada», denuncian los vecinos, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y se sienten abandonados por parte de las administraciones y de las empresas suministradoras. «La autoridad no está haciendo absolutamente nada para que se cumpla la legalidad», apuntan los vecinos, que conocen que el Ayuntamiento no les puede echar, pero sí obligar a cumplir la legalidad e impedir que cuenten con suministro de agua de forma ilegal. Lo mismo que piden a la compañía suministradora de electricidad, «que haga todo lo posible por cortarlo», ya que no únicamente tienen conexión a una toma pública, sino que en dos ocasiones han robado las piezas necesarias para realizar la conexión de la toma de uno de los vecinos.

Pero no es esta situación molesta a los vecinos de Fuente la Bola, sino la imposibilidad de convivir con tranquilidad debido a diversas circunstancias que se dan a diario, como que los ‘okupas’ realizan ralis entre ellos por las calles del barrio y conducen de forma temeraria. «Tenemos miedo, tenemos niños, no respetan las normas», apuntan los vecinos, que señalan que lo han puesto de manifiesto ante las autoridades, Guardia Civil, Policía Local y Ayuntamiento «y nadie hace nada. Tenemos miedo», reiteran una y otra vez, apuntando que las amenazas son continuas y que esta misma semana lo han hecho con un repartidor de paquetería.

«Están campando a sus anchas por la zona y cada vez se están envalentonando más», señalan los vecinos, que se sienten desamparados y sospechan que incluso los coches con los que circulan a toda velocidad por el barrio podrían no tener seguro ni papeles en regla, además de viajar con niños sin las sillas homologadas. Ante esta situación también se sienten «abandonados» y con miedo por el ‘efecto llamada’, pues hace tan sólo diez días ha llegado una nueva familia que ha ocupado otra vivienda y se encuentra habitando una casa en las mismas condiciones que los anteriores ocupas, lo que les produce vivir con inseguridad.

Los vecinos se sienten desamparados y es que, además de circular a toda velocidad por las calles, día tras día se producen situaciones como cortar viales con los coches, tirar basura en las mismas vías, o utilizar la calle como un taller, donde cambian el aceite o pintan sus vehículos, con la consiguiente suciedad en las mismas, además de destrozar el mobiliario urbano con golpes con los coches. A todo ello se suman ruidos hasta altas horas de la noche en algunas ocasiones, amenazas y una gran suciedad en el barrio, que, por otra parte, señalan, está abandonado por los servicios municipales. «Barrenderos físicos no hemos visto nunca, alguna vez va la barredora, pero después de ir a quejarnos al Ayuntamiento», sentencian.

Además, apuntan que la situación de inseguridad también se está extendiendo al resto de la villa, donde conducen temerariamente y también han amenazado a varios vecinos. Por todo ello piden que se les dificulte la estancia en las viviendas. «Si ellos no tuvieran luz y agua no habrían aguantado allí tanto tiempo», señalan. «Queremos que convivan como gente civilizada».

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