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Sábado, 30 de diciembre 2017, 11:58
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Ni Superman, ni Spiderman, ni el Capitán América... Son muchos más cercanos, personas de carne y hueso y con una desbordante pasión por lo que hacen. No en vano, cuando ejercen su profesión se juegan la vida. Lo saben, lo asumen, pero es su trabajo y en él vuelcan su alma. ¿Son de una pasta especial? ¿Son gente extraordinaria distinta al resto? Es posible. Para algunos mortales son «superhéroes». Son los toreros. Hombres y también mujeres que cuando visten el traje de luces, cogen los trastos y se citan con el toro en los medios de un coso parecen adquirir superpoderes. Convierten su desempeño en un arte. Así es como el colectivo taurino y los aficionados presentan y acercan a los niños la liturgia de la lidia y sus protagonistas. Sepúlveda vivió ayer otra tarde de pedagogía y entretenimiento para los menudos aspirantes a diestros. Y en la memoria de todos, Víctor Barrio. Esta iniciativa de unas navidades taurinas para los vecinos más jóvenes de Sepúlveda fue suya. Él la puso en marcha hace seis años. Ahora, la asociación cultural taurina de amigos del diestro; su viuda, Raquel Sanz, y compañeros de profesión dan continuidad a aquella idea para que el legado del torero segoviano, fallecido de una fatal cornada el 9 de julio de 2016 en la plaza de Teruel, no se desvanezca.
«Siempre he pensado que la tauromaquia no hay que defenderla, puesto que tiene argumentos más que suficientes para defenderse por sí sola, pero sí es necesario explicarla y darla a conocer». Este pensamiento de Víctor Barrio inspira este proyecto, lo mismo que durante este año ha sido el lema que ha presidido el programa que la Fundación Toro de Lidia ha llevado por varias plazas de toros de España, a través de la primera edición de los cursos para aficionados prácticos infantiles que llevan el nombre del diestro nacido en Grajera.
Sergio Miguel, presidente de la Asociación Cultural Taurina Amigos de Víctor Barrio, expresa su satisfacción con la celebración y aceptación de esta nueva jornada navideña. La cancha del pabellón Félix Arranz se transformó por unas horas en un pequeño coso cubierto. Una miniplaza portátil, cedida para la ocasión por el artista turolense Juan Iranzo, fue el albero de las lecciones y la diversión que recibieron unos setenta niños.
Como dice Raquel Sanz, «Víctor Barrio ha vuelto a poner el cartel de ‘no hay billetes’». El éxito de la convocatoria invita a que habrá más ediciones. En esta ocasión, toreros de la talla de Cristina Sánchez, Juan del Álamo, los novilleros Carlos Ochoa y el local Eusebio Fernández y el banderillero Roberto Martín, ‘Jarocho’, hicieron de maestros de ceremonias. El presidente de la Asociación Cultural Taurina Amigos de Víctor Barrio subraya que no solo han asistido niños de la villa anfitriona, sino también de otros municipios de la zona, como de Riaza o Cantalejo.
Los niños han conocido de primera mano qué es un torero, cómo se prepara, lo que siente cuando va a torear, entre otras muchas cuestiones que les han respondido los profesionales que no han faltado a su cita en Sepúlveda. Sergio Miguel explica que una de las maneras de aproximar el toreo a los más jóvenes es haciéndoles ver que son «superhéroes que realizan un arte y que han de entenderse y participar con un animal». Y como superhéroes, también poseen su uniforme.
Los niños han disfrutado de la cercanía de los toreros e incluso han podido tocar un traje de luces y conocer las distintas partes de las que se compone gracias a las explicaciones de quienes se lo enfundan para acudir a la plaza de toros.
A continuación, se han puesto manos a la obra para confeccionar su propio vestido. Para ello han contado con la ayuda de los propios diestros, quienes no han dudado en echarse al suelo para colorear y recortar, poniendo a prueba su destreza con pinturas y tijeras, relata Sanz.
Una vez concluido el trabajo con las artes plásticas, todos los participantes han hecho el paseíllo y han pegado sus primeros lances con los avíos, dirigidos siempre por la atenta mirada de los profesionales. Al finalizar la actividad, todos los niños han sido apremiados a que escribieran una carta a Víctor Barrio. «Todas ellas han sido introducidas en un ‘buzón mágico’, cuyo paje se las hará llegar al cielo», desvela la viuda del malogrado torero segoviano.
La memoria al matador de Grajera también tendrá banda sonora. El próximo día 4 de enero, la Agrupación Musical de Sepúlveda va a estrenar en su tradicional concierto de Navidad, un pasodoble especialmente compuesto y dedicado a Víctor Barrio.
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