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Imagen de archivo de Carlos B. Rueda. El Norte
Segovia recuerda al científico Carlos Rueda, fallecido en Nueva York

Segovia recuerda al científico Carlos Rueda, fallecido en Nueva York

La Universidad de Columbia tributa un emocionado homenaje al joven bioquímico de origen segoviano

M. A. L.

Segovia

Sábado, 25 de noviembre 2017, 10:47

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Carlos B. Rueda Díez, doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, investigador postdoctoral en el departamento de Neurología en la Universidad de Columbia, de Nueva York, falleció hace un mes con solo 31 años.

Hijo de dos segovianos, Juan Carlos Rueda y Gabriela Díez, Carlos ha sido un brillante investigador y divulgador científico y su interés se ha centrado en el campo de la neurociencia, la función mitocondrial y el metabolismo de la glucosa en el cerebro. También esaba muy interesado en la enseñanza universitaria y era voluntario en diferentes actividades educativas y de divulgación científica para transmitir los avances científicos a la sociedad.

La pérdida del joven bioquímico es irreparable, pero la familia y los padres de Carlos le dedicaron el pasado 18 de noviembre una despedida en el Santuario de la Fuencisla, en una ocasión para que quienes le quieren recordaran los momentos que vivieron con él. Su tía Marian Rueda le dedica también unas palabras que recogen el sentimiento de su familia.

Un joven brillante y de eterna sonrisa

Carlos era segoviano, tenía solo 31 años, era brillante, con unas cualidades extraordinarias, su simpatía, su carácter alegre, su eterna sonrisa… a nadie le dejaban indiferente. Es impresionante el impacto que ha dejado en todos los que le han conocido.

Su interés por la Biología y la investigación científica despertó en Segovia, cuando estudiaba Bachillerato en el Instituto Giner de los Ríos. Continuó sus estudios superiores en la UAM y recibió el Premio Extraordinario de Licenciatura en Bioquímica en enero del 2010. En el año 2011, el entonces ministro Ángel Gabilondo Pujol le entrego el Segundo Premio Nacional a la Excelencia en el Rendimiento Académico Universitario en Bioquímica. Realizó su tesis doctoral bajo la dirección de Jorgina Satrustegui en el CBM (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid) obteniendo la calificación de 'cum laude'.

Hace dos años y medio fue contratado en la Universidad de Columbia, Nueva York, para continuar su investigación postdoctoral sobre una enfermedad poco conocida: Síndrome de deficiencia en el trasporte de la glucosa.

El doctor Darryl de Vivo, su mentor, hablaba en el homenaje y evento que en su memoria se celebró en la Universidad de Columbia el día 2 de noviembre del impacto que su presencia había tenido en el laboratorio, lo muy apreciado que era, sus innumerables logros científicos en el campo de la biología y la investigación médica.

Desde allí se comprometieron a seguir la línea de trabajo que él diseño, así como su compromiso a que su legado continúe. Recalcó que era una persona muy especial, resaltando su inigualable calidad humana, su profunda empatía, su bondad y ayuda a los demás.

Además, se reconoció su dedicación con otras personas y causas. Formaba parte del comité ejecutivo de postdoctorados en Columbia, impartía cursos postdoctorales, talleres, ayudaba a jóvenes científicos y, en definitiva, a introducir la idea de crecer en la ciencia, dentro de la Universidad de Columbia.

En Segovia, el pasado sábado 18 de noviembre, despedimos a nuestro querido Carlos, familiares y amigos. Nos unimos para evocar su recuerdo, así como lo vivido y compartido con él. El Santuario de la Fuencisla se quedó pequeño para recibir a todos los que tuvimos la suerte de acompañarle en su vida.

Por la tarde amigos y compañeros venidos de Segovia, Madrid y del extranjero le hicieron un homenaje… No fue un día fácil, pero sí necesario, y nos va a servir para guardar en nuestra memoria los momentos, historias, anécdotas y mil batallas que nos permitieron conocer lo intensamente que ha vivido.

Muchas gracias a cuantas personas nos acompañaron y nos trasmitieron su cariño y afecto, y por ayudar a mantener en nosotros siempre vivo su recuerdo.

Una vida que toca otras vidas, vive para siempre…

¡Carlos nunca te olvidaremos!

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