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Riego en una extensión agrícola del Carracillo. Mónica Rico
Los regantes garantizan el cauce del Cega con la recarga del acuífero del Carracillo

Los regantes garantizan el cauce del Cega con la recarga del acuífero del Carracillo

El proyecto se encuentra a la espera de obtener una evaluación ambiental positiva

carlos álvaro

Segovia

Viernes, 4 de mayo 2018, 11:54

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La recarga del acuífero del Carracillo garantizará el mantenimiento del caudal ecológico del río Cega en las condiciones que determina el Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero. La Comunidad de Regantes El Carracillo considera «injustificada» la alarma que el proyecto ha generado en la opinión pública de la comarca, espoleada por los recelos que vecinos, agrupaciones pertenecientes a la Red Ambientalista Segoviana y algunos partidos políticos han expresado durante el plazo de alegaciones. Actualmente, el caudal ecológico para el periodo de derivación de agua es, como máximo, de 280 litros por segundo. Lo que ha pedido la Comunidad de Regantes es una autorización para poder derivar el agua, siempre que el caudal sea de 610 litros por segundo o más. «No se ha planteado extraer más agua del Cega ni sería posible hacerlo. La concesión establece un volumen máximo de derivación de 14 hectómetros cúbicos de agua al año», asegura el presidente de los regantes del Carracillo, Enrique Herranz.

Los regantes vienen administrando y gestionando los recursos hídricos de la comarca desde la ejecución del proyecto de recarga artificial, aprobado en 1998. El objetivo de los agricultores comunados era paliar los años de sequía y garantizar el agua para el riego durante el periodo estival, mediante la derivación de agua del río Cega, en una extensión de 7.500 hectáreas, de las que se riegan aproximadamente 3.000. Las obras, declaradas de interés general por el Ministerio de Agricultura en 1998, constaban de tres fases. La que ahora se encuentra en fase de desarrollo, pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental, es la tercera. «Se trata de abastecer de agua de riego a los municipios de la zona norte: Sanchonuño, Arroyo de Cuéllar, Chañe, Remondo y Fresneda de Cuéllar. Para ello es necesario recargar y explotar otro acuífero, situado en el Común Grande de las Pegueras y Zarzuela del Pinar, desde el cual se extraerá agua mediante sondeos y se canalizará después, a través de una tubería, hasta múltiples bocas de presión ubicadas en las parcelas de la zona», explica Enrique Herranz.

Los regantes disponen de autorización para derivar agua, siempre que el caudal reúna los requisitos establecidos, desde el 1 de enero al 30 de abril de cada año. «Lo que hemos solicitado es ampliar ese periodo, que iría del 1 de noviembre al 30 de mayo, con el fin de facilitar los trabajos. Pero el volumen máximo total del agua derivada no se modificará: se mantendría en los 14 hectómetros cúbicos», añade el presidente de la comunidad. Si el año hidrológico es seco y el caudal del río no supera el caudal mínimo establecido, no habrá posibilidad de derivar agua.

«En ningún momento se perjudicará a los pinos, que crecerán en un entorno más húmedo»

En cuanto a los sondeos, el proyecto plantea el almacenamiento de parte de los recursos disponibles (los 14 hectómetros cúbicos) en la zona de pinares mediante dos iniciativas: por un lado, la concentración parcelaria del área que albergará el acuífero de recarga norte (unas 1.200 hectáreas, de las que el 86% son pinares de Gomezserracín), con el fin de mejorar las tareas de aprovechamiento de los pinos y dotar a esa extensión de zonas comunes de servicios –fundamentalmente caminos– que mejorarán la gestión de los sondeos sin necesidad de realizar una expropiación; y por otro, la ejecución de los 82 sondeos que requiere el acuífero en las nuevas áreas comunes previstas para facilitar la recarga del acuífero subterráneo. «De ningún modo se llenarán las parcelas de agujeros, como se ha dicho, pues el proyecto prevé hacer los sondeos en las zonas comunes, es decir, en los caminos, nunca en las parcelas. Tampoco se perjudicará a los pinos; al contrario, se beneficiará su desarrollo, porque crecerán en un entorno más húmedo. Además, la zona norte del Carracillo contará con una balsa de regulación para gestionar el agua del acuífero. No cabe la posibilidad de que las parcelas se conviertan en un barrizal en determinadas épocas del año», argumenta el representante de los regantes, convencido de que las obras beneficiarán «muy directamente» a los propietarios de las 1.000 hectáreas de pinares existentes.

«Solo está previsto hacer los sondeos en las zonas comunes»

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) informaron ayer de que la instrucción para la modificación de la concesión solicitada por los regantes está «bastante avanzada». En cuanto hubiera una evaluación ambiental favorable, el proceso sería «relativamente rápido».

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