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La olma de la polémica, cercada por el recinto de las obras que se llevan a cabo en la plaza de Hontalbilla. El Norte
La olma de la discordia en Hontalbilla

La olma de la discordia en Hontalbilla

Segovia ·

El Ayuntamiento defiende el corte de raíces para preservar la seguridad de algunos bienes cercanos al simbólico árbol

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Jueves, 10 de agosto 2017, 08:51

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Cuenta Laura Benito, la alcaldesa de Hontalbilla, que su corporación no cobra, y que los insultos por discrepancias vecinales con el obrar al frente del Ayuntamiento no han de ir en el sueldo, porque tampoco lo hay. Pide respeto para concejales que en las últimas horas han tenido que encajar las descalificaciones e improperios de algunos residentes. Les reprochan el daño que sufre desde hace unos días la olma autóctona que se alza en la plaza del municipio.

La regidora reconoce que «una parte de la copa del árbol se ha secado en cuatro días, pero las hojas de dentro están bien». La propia alcaldesa desconoce cómo y sobre todo por qué han enfermado tan rápido todas esas hojas que ahora se ven secas y alicaídas.

Lo lamenta y se disculpa; sin embargo, por otro lado, pide respeto y comprensión a los vecinos que han expresado su enojo y discrepancia de manera más vehemente y que echan en cara a la corporación municipal la responsabilidad del mal que aqueja al simbólico árbol de Hontalbilla desde hace unas pocas fechas.

Una vecina de la localidad comparte el diagnóstico pero no las formas y terapia que ha llevado a cabo el Consistorio. Todo se origina en el levantamiento del suelo de la plaza. «El firme se había ahuecado», comenta la mujer, que prefiere mantenerse en el anonimato. Por su parte, Laura Benito revela que, efectivamente, «el hormigón estaba levantado y el suelo parecía como se estuviera inclinado».

«Tiene su razón se ser»

Había que intervenir. Las obras a realizar están subvencionadas por la Diputación de Segovia y hay un plazo para su finalización que expira en septiembre, recuerda la regidora, quien explica que los trabajos han de estar justificados. Y es que, la actuación que se lleva a cabo «tiene su razón de ser». La pena es que la olma se haya visto afectada.

La vecina subraya el valor del árbol, único de esta especie que crece en el municipio y que lleva dando sombra y cobijo al pueblo «más de cincuenta años». «Ha resistido a la grafiosis y al paso del tiempo», ensalza la mujer, quien apostilla que «los vecinos hemos siempre intentado preservarla y curarla si estaba enferma».

De hecho, la singularidad del ejemplar por sus dimensiones, también viene dada porque procede de una rama de la vieja olma que ya se nos secó por la grafiosis.

Ese cariño es compartido por la alcaldesa, que matiza que el ejemplar no goza de ninguna figura de protección «por mucho que hemos mirado y remirado». Otra cuestión es que sea «el único» de esta especie en el pueblo, añade.

Otros riesgos

Cuando los obreros se pusieron manos a la obra para arreglar el pavimento de la plaza descubrieron que el origen de los ahuecamientos eran las raíces de la olma, que «empujan con enorme fuerza», explica la alcaldesa de Hontalbilla. El arquitecto y el constructor avisaron de inmediato al Ayuntamiento para informar de la circunstancia.

Laura Benito, a tenor de las explicaciones de los técnicos, pone de manifiesto que esa extensión de las raíces por el subsuelo de la plaza no solo ha dañado el firme de hormigón, sino que «también pone en peligro la integridad de la fuente del Miguelete, porque las raíces han crecido por debajo de este edificio, que también forma parte del patrimonio de Hontalbilla, y además se han metido en los desagües de un bar que hay en la plaza, que es propiedad municipal, pero que en la actualidad está alquilado».

La solución de cortar las raíces se adoptó y se ejecutó el jueves pasado, confirma la regidora. «Desde el Consistorio hemos hecho las cosas sin ninguna maldad», se defiende Laura Benito. Sin embargo, en tres o cuatro días, parte de la copa de la olma se ha secado y ha perdido sus hojas. A principios de esta semana, el Ayuntamiento, también ante la demanda de los vecinos, ha tratado de poner solución al mal de la olma y ha cubierto con gravilla las raíces que estaban al descubierto y ha regado esa zona con la esperanza de recuperar el árbol.

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