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Fotomontaje del que será el mirador de la Virgen de la Peña. Imagen dedida por la Junta de Castilla y León
Miradores para contemplar el paisaje ¿o para ser admirados?

Miradores para contemplar el paisaje ¿o para ser admirados?

El naturalista Francisco Javier Barbadillo colabora con Foro Geobiosfera de Segovia en la campaña contra los proyectos del plan de infraestructuras

Isabel Martínez Pita-efe

Segovia

Lunes, 1 de enero 2018, 20:51

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Los miradores son puntos estratégicos de encuentro visual con la naturaleza que han tenido en el transcurso del tiempo muchas transformaciones según la intervención humana, desde su total integración en el paisaje a construcciones arquitectónicas para lucimiento de sus creadores.

El naturalista Francisco Javier Barbadillo, especializado en flora e interpretación del paisaje, colabora con la Asociación Foro Geobiosfera de Segovia en una campaña de oposición a las obras que la Junta de Castilla y León quiere llevar a cabo en enclaves singulares para la instalación de dos miradores y un hotel que, a su juicio, rompería la naturalidad del entorno, y a las que también se opone Ecologistas en Acción.

Barbadillo, autor de los libros 'Manual para observar e interpretar paisajes' y de dos guías de campo: 'Flores del Pirineo' y 'Árboles y arbustos del Pirineo', reconoce que no todos los miradores que se han construido en España pueden ser considerados perjudiciales o antagónicos con la naturaleza.

El pasado noviembre se presentó el Programa de Infraestructuras Turísticas en Espacios Naturales para la provincia de Segovia, en el que se invertirán 2,72 millones de euros para la creación de dos miradores y un hotel. En el proyecto elaborado por la Junta, el actual punto de observación de Piedras Llanas (Riaza), que supone una obra sencilla de madera, sería transformado en una pasarela elevada y prolongada hacia una plataforma ubicada sobre el vacío, todo ello construido con vidrio y materiales reflectantes.

Por otra parte, el Mirador de la Virgen de la Peña, situado en el núcleo urbano de Sepúlveda y con vistas a esa población y al Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, será sustituido «por una instalación sobre las Hoces», que estaría dotada, entre otros elementos, con barandilla de acero y piezas de hormigón prefabricado.

Por último, en la Dehesa de la Garganta (Gudillos) del municipio de El Espinar, se prevé aprovechar las casas de las Campanillas para convertirlas en hotel de 30 habitaciones ampliando la vieja edificación existente hasta unos 1.160 metros cuadrados construidos. Quienes promueven estos proyectos «olvidan que el valor de estos paisajes segovianos radica en su naturalidad, en su fuerza escénica y hasta en su soledad», según el naturalista.

Materiales reflectantes

Otros de los perjuicios que pueden ocasionar estos miradores son los materiales con los que serían construidos, «que incluirían materiales reflectantes que provocarían deslumbramientos o visiones confusas perjudiciales para las aves».

Pero este tipo de construcciones ya empezaron a ser tendencia en otros países del mundo desde hace decenios, como es el caso del mirador del Gran Cañón del Colorado, en Arizona (Estados Unidos), inaugurado en 2007 y que es una instalación voladiza compuesta por una plataforma con forma circular y suelo de cristal sobre una caída de 1.400 metros. Para Barbadillo, «el mirador es espectacular y ofrece una carga de emoción añadida al pasear por esta plataforma imponente, pero la atención al paisaje se centra en ese mirador».

Otros puntos de observación de arriesgadas dimensiones y altura, construidos con el objetivo de que sus visitantes puedan sentir emociones extremas, se encuentran sobre los glaciares del Mont Blanc, en los Alpes franceses, o en China, donde los visitantes ponen a prueba en estas obras truculentas su resistencia a las alturas.

De vértigo

El más espectacular de estos miradores chinos es el que se encuentra en el Parque Geológico Nacional Longgang, inaugurado en 2016, que ha superado el récord del Gran Cañón del Colorado, con la pasarela más larga y alta del mundo, alzada a 300 metros de altura sobre el gran cañón de Zhangjiajie.

Frente a estos lugares que ofrecen sensaciones vertiginosas se encuentran muchos otros que se integran en el paisaje, inmersos en su belleza sin apartarse de los materiales y la propia naturaleza que los rodea. Ejemplo de ellos son los miradores que el polifacético artista César Manrique diseñó en algunas de las islas canarias donde vivió, entre los que destaca el Mirador del Río, en Lanzarote, o el Mirador de la Peña, en El Hierro.

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