Cuéllar fomenta la afición taurina y mima la cantera

La tarde comenzó en el gimnasio del colegio La Villa, donde una veintena de niños se dieron cita para mostrar su arte como cortadores delante del toro. Chavales de entre tres y doce años de edad participaron en la iniciativa en la que, al igual que ocurre en los concursos de cortadores en todas las plazas, se realizaron grupos, en los que los pequeños fueron mostrando su destreza con los cortes y quiebros. Luego, el jurado escogió a los mejores de cada grupo, quienes pasaron a una final en la que el ganador fue el cuellarano Álvaro Ballesteros. El podio lo completaron Rodrigo Redondo, Blanca Rodríguez y Beltrán Rodríguez. Todos los pequeños recibieron regalos por su participación.

La actividad se trasladó después hasta la sala Cronista Herrera, que acogió el resto de actos de la tarde. El primero de ellos fue un coloquio que contó con la participación de los jóvenes novilleros Antonio Catalán ‘Toñete’ y el iscariense Darío Domínguez, y que estuvo moderado por José María Vivas, director editorial de Burladero Tv, con quien repasaron sus inicios, el momento actual que viven sus carreras y sus planes de futuro.

El primero en ‘pisar la arena’ fue Antonio Catalán. El joven novillero fue contundente asegurando que él quiere ser figura del toreo y que era su destino encontrarse con el toro, pues en su casa no había antecedentes de ganaderos o toreros. Su gusto comenzó viendo los toros en televisión y poco a poco fue creciendo el ‘gusanillo’. Recordó que cuando dijo a su familia que quería ser torero fue «un caos», pero ahora se ha convertido en apoyo. Su padre le acompaña a todas las plazas, mientras que su madre prefiere no entrar en los cosos.

‘Toñete’ recordó su debut con picadores y lo duro que es el entrenamiento, el respeto que se vive en el mundo del toro y la responsabilidad que van tomando poco a poco. «Me ha tocado madurar muy rápido», aseguró, al tiempo que recordó momentos emocionantes de la temporada. En la actualidad, se sitúa primero en el escalafón de novilleros, lo que para él es una gran responsabilidad, por lo que mostró su esperanza de estar fuerte y a la altura y poder tomar la alternativa en 2019. También recordó su tarde en la plaza de Cuéllar, en la pasada feria taurina.

A continuación, el novillero Darío Domínguez también repasó su trayectoria. Desde su infancia quería ser torero, aunque optó por el ciclismo, deporte en el que compitió varios años, hasta que se dio cuenta de que «eso no era lo mío», por lo que volvió a pensar en los ruedos. Con un padre aficionado a las capeas, ahora es él quien le apoya. El joven iscariense se mostró orgulloso del camino recorrido «a base de sacrificio». De hecho, se está formando él solo, sin acudir a ninguna escuela taurina, ayudado por los entrenamientos que realiza con algunos toreros de Valladolid.

En su intervención, también recordó su debut con picadores, cómo ha ido evolucionando esta temporada y aprovechó el acto para solicitar un lugar en los carteles de la próxima feria cuellarana. También en estos momentos busca apoderado para la próxima temporada, una persona que tiene que «creer, apostar e involucrarse». Intentará trabajar y seguir escalando puestos en el escalafón de novilleros. De la próxima temporada dependerá, en buena medida, la llegada de la toma de la alternativa. La tarde taurina se cerró con la entrega a Héctor Cabano del trofeo al mejor cortador de las probadillas celebradas durante las pasadas fiestas de la localidad, un galardón que el cuellarano recogió por tercera vez.