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Los tres acusados que comparecieron, de espaldas durante el juicio. Antonio de Torre
Cuatro de los siete acusados por quince asaltos a viviendas de Riaza están en busca y captura

Cuatro de los siete acusados por quince asaltos a viviendas de Riaza están en busca y captura

Los tres que se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial, y que se enfrentan a ocho años de cárcel, negaron haber estado alguna vez en la zona

enrique yuste

Segovia

Miércoles, 30 de mayo 2018, 11:32

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Siete eran los acusados que tenían que sentarse ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Segovia acusados de haber cometido una quincena de asaltos en viviendas de Riaza durante los meses de septiembre y octubre de 2014. Pero finalmente fueron solamente tres lo que comparecieron ante el tribunal y declararon ante la sala. Los otros cuatro, con una requisitoria de busca y captura, no se presentaron a su cita con la justicia.

Por la sala, además de los tres acusados que sí acudieron al tribunal, pasaron hasta seis agentes de la Guardia Civil y catorce testigos que trataron de esclarecer los hechos por los que los procesados se enfrentan a penas de ocho años de prisión: seis por robos con fuerza en casa habitada con continuidad delictiva y otros dos por pertenencia a grupo criminal. Es la condena que solicita el Ministerio Fiscal, que aunque reconoce que «no hay una prueba concreta o identificación en los robos», considera que existen indicios de diversa entidad que prueban la comisión de los delitos por parte de los procesados.

Entre esos indicios, la Fiscalía señaló a los vehículos con los que se efectuaban los robos (de los que uno, un Audi A6, fue identificado en Riaza en octubre de 2014) y la interrelación de los hechos juzgados ayer en Segovia con otros de la misma naturaleza realizados supuestamente por los acusados en las provincias de Madrid, Guadalajara y Toledo. Otro de los indicios es la identificación de uno de los acusados en la localidad segoviana (en octubre de 2014) o la utilización siempre del mismo 'modus operandi' para la comisión de los robos, que fueron realizados en algunas ocasiones el mismo día aunque en horas alternas, sustrayendo de las viviendas objetos de pequeño tamaño, joyas o dinero en efectivo. «Los seguimientos realizados por la Guardia Civil demuestran que se dedicaban de forma habitual a actividades contra el patrimonio», subrayó la Fiscalía durante su exposición de las conclusiones.

«Audencia de pruebas»

Por su parte, las defensas de los tres acusados coincidieron en solicitar una sentencia absolutoria para sus representados al entender que existe «una ausencia total y absoluta de pruebas para poder fundamentar una condena». Además, rechazan que indicios planteados por la Fiscalía, como el que los acusados fueran siempre juntos o que carecieran de trabajos estables, sean argumentos válidos. «No hay un relato coherente de los hechos que han sucedido en Riaza y no se acredita una conexión entre los tres acusados».

Las defensas también destacaron que ningún testigo vio a cualquiera de los acusados cometiendo un delito, incidiendo en las declaraciones realizadas por los dos vecinos de Riaza que aseguraron haber visto el Audi A6 oscuro (con el que supuestamente se cometían los robos) en la localidad segoviana durante los días en los que se produjeron los robos. La primera pista sobre el vehículo la dio un vecino que se percató de la presencia de un hombre de pelo canoso observando una casa de la localidad –según las defensas ninguno de los acusados se corresponde con esa descripción física–. Al darse cuenta de la presencia del vecino, el hombre huyó rápidamente en un Audi oscuro.

Vehículo sospechoso

A raíz del aviso del vecino, durante los siguientes días comenzó a circular por el pueblo información sobre el coche sospechoso, que fue visto en la localidad a primeros de octubre por unos niños que estaban dando una vuelta en bicicleta. Así lo aseguró una de las testigos de la presencia del vehículo, que identificó después al copiloto del coche a través de reconocimiento fotográfico. Una identificación que ratificó en el juicio señalando a uno de los acusados sentados en el banquillo «sin ninguna duda».

Observando a los acusados presentes en la sala, la testigo declaró que otro de ellos «podría ser» el conductor del vehículo aquella tarde de octubre, en la que la Guardia Civil montó un operativo del que se dio a la fuga un coche que encaja con la descripción facilitada por los testigos.

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