Al comercio segoviano se le resiste el turista chino

La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, explica que las consultas realizadas por los chinos son las segundas más numerosas de las realizadas por turistas internacionales, solo después de los estadounidenses. Sin embargo, estos viajeros cada vez buscan más información 'online' o se la proporcionan los guías que contratan, ya que la mayoría llegan hasta la ciudad del Acueducto en viajes organizados.

Este es el motivo por el que, según De Santos, en 2017 solicitaron algún tipo de información en el punto situado en la plaza del Azoguejo 20.607 visitantes asiáticos, una cifra «muy inferior a la que se percibía en la ciudad a lo largo del año, que pudo suponer hasta el 50% del turismo», subraya. De los más de 20.600 asiáticos que pasaron por el centro, el 43,6% fueron chinos, un 22,4% coreanos y 21,9% japoneses. Eso sí, en el último año se ha producido un incremento del 13,51% de las consultas realizadas por chinos.

El turista asiático destaca por ser uno de los que más gasta de media por persona y día, según la encuesta de gasto turístico del INE, EGATUR, y a la cabeza están los japoneses, que gastaron una media de 410 euros por persona y día en España, mientras que coreanos y chinos realizaron un gasto medio diario de 353 y 291 euros, respectivamente. Sin embargo, el desembolso que realizan en Segovia es muy inferior, según estiman los comerciantes. Consideran que para este turista la ciudad Patrimonio de la Humanidad es un lugar de excursión, en el que la mayoría solo pasan unas horas. «El gasto principal lo hacen en grandes centros comerciales de Madrid, como Las Rozas Village», asegura Ana Mozo, de la tienda La Gafita de Oro, situada en la plaza del Corpus.

Mozo lamenta que el incremento de visitantes orientales que ha registrado la ciudad en los últimos tres años no haya repercutido al mismo ritmo en beneficio de la economía local y del pequeño comercio. Para revertir esta situación defiende un mayor aprovechamiento y explotación de los recursos y oportunidades disponibles, tanto por parte de las instituciones locales como desde las asociaciones de comerciantes: «Sabemos que otras ciudades como Ávila, Las Rozas o Toledo tienen convenios con los guías turísticos y los turoperadores para que lleven a los visitantes hasta sus comercios».

Un mecanismo que, a su juicio, podría incrementar notablemente el dinero que dejan en Segovia y que algunas tiendas de la Calle Real han puesto en marcha por su cuenta. No obstante, Ana Mozo considera que para obtener buenos resultados es una medida que debería de tomarse de forma conjunta y con un «fuerte respaldo».

Los asiáticos son los clientes más madrugadores y se paran ante las puertas de los establecimientos antes incluso de que abran, otra de las preferencias comunes es el gusto por las marcas y los artículos de calidad elaborados en España o Europa. «Todos huyen de los productos fabricados en Asia, en especial de China», confirma Mozo. En su tienda, los productos más demandados por estos turistas son los bolsos y los relojes suizos. Eso sí las diferencias entre chinos, japoneses y coreanos tanto a nivel cultural y de comportamiento, como de gasto son notables. La concejala de Turismo indica que los japoneses se sienten más atraídos por el patrimonio de la ciudad; sin embargo, los chinos se mueven más por el exotismo europeo, el legado histórico, las compras, la gastronomía y la diferente forma de vida.

Los comerciantes comparten su opinión sobre las diferentes nacionalidades de asiáticos. «A los chinos les gusta mucho mirar y tocar los productos, más que gastar, pero los japoneses y coreanos compran más», confirma la responsable de la tienda de moda Jaqueton. Otra de las actitudes que llama la atención de los propietarios de los comercios es el afán de estos visitantes, en especial de los chinos, por los descuentos. «Se creen que en España es común regatear y lo intentan con la mayor parte de los productos. Para todo buscan la rebaja», advierte.

En la forma de comportarse también hay diferencias. «Los chinos gritan más y tienen tendencia a desbaratar la tienda. Por norma general no son una clientela ejemplar, ni interesante porque exigen mucho y compran poco», asegura Germán Elias, de la tradicional tienda de moda masculina de la calle Real que lleva su nombre.

Este tipo de compradores buscan el logo de las marcas y solo conocen determinadas como Armani o Lacoste, pero las quieren a precios reducidos. No es el caso de los coreanos, que «son mucho más occidentales y visten de forma más parecida a la nuestra», detalla.

Elias considera que el atentado de Barcelona y la inestabilidad política que se está viviendo en Cataluña suponen un importante hándicap para este turismo, que este año están optando más por otros países cercanos como Italia, ya que extrapolan la situación de esta Comunidad al resto del país. Eso sí, este comerciante defiende un giro de las políticas municipales con el fin de buscar el turismo de calidad y no el de masas. Por eso, aboga por «una mayor segmentación» y por «orientar las políticas a la calidad, renunciado al turismo de bocadillo para obtener más beneficios».

Las farmacias más céntricas son otros de los establecimientos que reciben a los visitantes asiáticos a diario. Entran pidiendo marcas concretas de cremas de cara y ampollas faciales destinadas a hidratar la piel y prevenir las arrugas. La diferencia de idioma y la dificultad para entenderse, en especial, los chinos, que a penas hablan inglés, hace que recurran a mostrar el producto que desean a los dependientes mediante una fotografía. «Son exigentes y tienen las ideas claras, si no hay existencias de la marca que quieren no compran».

El responsable de Montón de Trigo Montón de Paja, Wenceslao Huertas, destaca que se ha producido un incremento de la clientela asiática en los últimos tres años. Esta tienda, que cuenta con un amplio catálogo de joyas, camisetas, cerámicas, esculturas o bolsos, entre otros productos, está incluida en la guía china (Chinese Friendly) como «un comercio de calidad y con artículos artesanales elaborados en España», aspectos que valoran enormemente estos clientes.