La aventura búlgara de Kitchengarden

El tiempo pasó. «Aquello que ocupó los comentarios de barra de los siguientes días se fue diluyendo hasta caer en el olvido», comenta el baterista, José Luis (JL) Tejedor. ¡Pero no! Un año después recibieron la llamada de la organización del quinto International Festival Autumn Nights of Shumen, de Bulgaria. Un evento de dos días y con prestigio. Participan bandas locales, nacionales e internacionales y combina los directos con un concurso de canciones originales de todo tipo de estilo y condición.

La cita era el 30 de septiembre. Kitchengarden cogieron los bártulos y se lanzaron a su aventura búlgara «no sin sus dificultades logísticas y encajar esos días en los trabajos y en la vida familiar», relata JL. En tres días se plantaron en Shumen «para ofrecer un repertorio divertido, rápido y contundente». Los segovianos representaron a España y convivieron con grupos rumanos, ucranianos, polacos, rusos y, por supuesto, del país anfitrión.

No son unos recién llegados, pero esta es una de sus experiencias más potentes. Kitchengarden llevan casi veinte años en los escenarios unidos por el rock. En este tiempo ha habido cambios en la alineación y en el estilo. En la actualidad su repertorio intercala versiones y temas propios, con influencias que mezclan rock and roll, power-rock, garage incluso algunas incursiones en el hard-rock y el rockabilly.

Raúl a los teclados; Jorge a la voz y guitarra: Peli al bajo; Carlos a la guitarra y JL a la batería se vacían en cada concierto para trasladar al respetable lo que más les gusta y llevan dentro. Ahora en Bulgaria saben de lo que son capaces, con un «público entregado y satisfecho», se congratula el baterista . Además, los segovianos pudieron presentar su banda y proyecto en la televisión nacional y ante las autoridades búlgaras.

«Ha sido una experiencia única, que no irrepetible, porque, ante el éxito de la acogida, tanto la organización como la banda nos despedimos con el firme propósito de formar parte del cartel en las próximas ediciones. Por cierto, los organizadores «nos trataron de lujo».