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César Blanco Elipe
Jueves, 25 de mayo 2017, 10:55
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La luz de alarma se encendió cuando varios ciudadanos se personaron en el negocio que regenta el propio presidente de la Asociación Autónoma de Instaladores Eléctricos de Segovia y le comentaban que si les iban a rescindir los contratos. Algo olía mal porque en ningún caso se habían puesto en contacto las partes previamente para tramitar el cambio de empresa comercializadora. Bene Rodao lo tuvo claro: Estaba ante una serie de intentos de fraude, que luego se ha conformado dentro del gremio.
La forma de actuar es sencilla. Los falsos comerciales se presentan en las casas de sus víctimas. No va uno solo, suelen ir más, apunta el presidente de la asociación provincial. Llaman, se presentan como representantes de una de las compañías eléctricas del país [el presidente del colectivo no cita nombres que todos pueden tener en la cabeza], les abren y entonces notifican a sus víctimas que hay problemas en los contadores y que requieren sus datos, ya que de lo contrario se exponen a un corte del suministro.
El responsable del gremio de los instaladores eléctricos en Segovia precisa en este punto que, «salvo por impago, no se le corta la luz a nadie». Y esa circunstancia extrema lleva aparejada todo un procedimiento que en los supuestos engaños detectados en los últimos tiempos no se ha producido. Los comerciales «les empluman algún seguro o póliza para que firmen». Y si logran que el titular suscriba, ahí el consumidor se va a encontrar más indefenso en caso de que reclame y desee tramitar la baja después de descubrir que le han engañado y le han cambiado, sin quererlo, de compañía comercializadora.
Ese es el objetivo de la trampa tendida: Hacer clientes y lograr nuevos contratos mediante esta práctica fraudulenta por la que esas personas cobran una cantidad. «Sacar diez o doce en un día en un día es sencillo», comenta Rodao. No piden dinero, les es más valioso cuando el estafado pica el anzuelo y les proporciona los datos personales, el DNI o el recibo para copiarlos. Luego los pasan a un nuevo contrato con otra empresa y el cambio de comercializadora está hecho.
Ojo con las personas mayores
El presidente de los instaladores eléctricos hace un llamamiento para que los segovianos estén ojo avizor sobre estas prácticas. En especial, reclama la atención de las personas mayores, que están en la diana de este tipo de tramas.
También revela que los delincuentes suelen operar en víspera de festivos o de fin de semana, porque así tienen más margen de maniobra. La asociación ha localizado casos en el barrio del Carmen de la capital y en pequeños pueblos, sobre todo en el entorno de la autovía que conecta Segovia con Valladolid.«Normalmente la víctima se entera al segundo mes, porque el primero mantiene la facturación de la anterior compañía y es en el segundo cuando ya le viene la nueva», explica Bene Rodao.
Pide a los ciudadanos que, cuando se encuentren con estos casos, no faciliten ningún dato ni firmen ningún papel; y si dudan, les insta a que llamen a un electricista para que le asesore. También el advertirles de que van a llamar a la Policía o a la empresa de turno para comprobar la identidad les ha hecho huir.
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