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Recibe mordiscos en una mano al intentar detener una pelea entre perros potencialmente peligrosos

La mujer, propietaria de uno de los animales, ha presentado una denuncia en Comisaría, ya que el otro iba suelto

el norte

Sábado, 20 de mayo 2017, 09:35

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Una vecina de Segovia ha presentado una denuncia en Comisaría por las lesiones sufridas en una mano cuando intentaba separar a dos perros potencialmente peligrosos, uno de ellos de su propiedad, que se enzarzaron en una pelea en la calle de la Plata. Según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno, los hechos ocurrieron sobre la una y media de la madrugada del miércoles, cuando una mujer paseaba con su perro Staffordshere Terrier, «que iba correctamente sujeto, con correa y bozal», explicó el concejal de Servicios Sociales, Andrés Toquemada. En su camino se cruzó otro perro, un cruce de Rottweiler y Pastor Alemán, que se encontraba suelto, y ahí comenzó una cruento enfrentamiento.

En el intento de detener la feroz pelea, la dueña del Staffordshere Terrier recibió algunas dentelladas en la mano por las que recibió atención médica, aunque las lesiones fueron leves. «Generalmente, se suele trasladar a la Junta el expediente sancionador, pero en este caso el asunto va a terminar en el juzgado porque la mujer que ha sufrido las lesiones ha presentado denuncia», explicó Torquemada.

Limitaciones

En estos momentos, el Ayuntamiento de Segovia tiene registrados 69 canes como potencialmente peligrosos, lo que supone un 2,56% del total de perros censados en la ciudad (2.692). Esta circunstancia hace sospechar al Ayuntamiento. «Desde nuestro punto de vista nos parecen escasos. Queremos hacer un llamamiento a la ciudadania para que sepan la obligatoriedad de la inscripción en el censo canino de todos los perros, y especialmente de los potencialmente peligrosos en su censo específico», aseguraba recientemente Andrés Torquemada.

Además de los costes económicos, el principal inconveniente que se encuentran los propietarios de perros potencialmente peligrosos son las limitaciones para sacarlos a la calle, a parques o incluso al monte. Así, el animal no puede estar suelto en ningún lugar público, de forma que está limitado para jugar, correr o simplemente estar en libertad. Los canes deben ser conducidos y controlados con cadena o correa no extensible de menos de dos metros de longitud y deberán llevar un bozal apropiado para la tipologia racial de cada animal. Además, los dueños no pueden llevar a la vez más de un perro potencialmente peligroso, siendo obligatorio el llevar la licencia municipal y el certificado acreditativo de su inscripción el en registro municipal.

En lugares privados, como fincas, casas de campo o chalets, los perros también deberán permanecer atados, a no ser que se disponga de un habitáculo con la suficiente superficie, altura y el adecuado cerramiento para proteger a las personas o animales que se puedan acercar.

Al igual que otros perros de compañía, los potencialmente peligrosos deben tener al día la cartilla sanitaria en cuanto a vacunas y estar identificados con un microchip. El incumplimiento de alguna de las normas conlleva sanciones que pueden ser leves, graves o muy graves según la ordenanza municipal. El pasado año, en Segovia se registaron doce sanciones a propietarios de canes potencialmente peligrosos: seis por pasear con el perro sin licencia, cinco por pasear sin licencia y sin bozal y una infracción por pasear un can sin estar registrado en el censo de perros potencialmente peligrosos. El régimen de sanciones recogido en la ordenanza se aplica al dueño de cualquier perro considerado potencialmente peligroso que haya incumplido las normas.

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