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Viernes, 12 de mayo 2017, 13:13
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Diez años de cárcel. Esa es la suma de la pena que pide la Fiscalía de Segovia para un hombre. A. G. G., acusado de un delito continuado de abuso sexual sobre su hijo y otro de exhibicionismo. La primera sesión del juicio se celebró el pasado 14 de febrero y continuará los días 16 y 17 de mayo, a las 10 horas, en la Audiencia de Segovia. Los hechos se remontan a la noche del 14 de marzo de 2011, cuando el acusado, mientras se encontraba en el domicilio familiar acompañado de su hijo, que en aquel momento tenía cinco años, acostó a este en su cama, dejó la puerta de la habitación abierta y se dispuso a sentarse frente al ordenador, colocado en una mesa situada al lado de la puerta de la habitación del niño, de manera que el padre podía ver al menor desde esa posición y viceversa. «Una vez allí colocado y con el fin de satisfacer su deseo sexual, empezó a masturbarse con la mano mientras miraba el ordenador, continuando con dicha actitud a pesar de que el menor aún no se había dormido y podía verle desde la cama», según relata el escrito de calificación provisional.
Además, añade, «durante la convivencia, en numerosas ocasiones el acusado tenía erecciones en situaciones inapropiadas en presencia de su hijo menor de edad, por ejemplo cuando lo tenía en brazos o lo sacaba de la bañera». En marzo de 2009, estando dormidos los progenitores y el niño en la cama matrimonial, la madre sorprendió al acusado masturbándose al pie de la cama mientras ella y el niño dormían. Además, señala el ministerio público, «en múltiples y diversas ocasiones en fechas no determinadas entre enero de 2009 y finales de marzo de 2011, eí acusado, aprovechando las distintas situaciones en que se encontraba a solas con el menor en el domicilio familiar y que la madre había salido o ido a trabajar, realizó, con ánimo de satisfacer su deseo sexual, contactos sexualizados con su hijo, de manera que en ocasiones se desnudaba y masturbaba delante de él y le tocaba el pene desnudo, solicitando incluso al menor que le tocara el pene, con movimientos hacia arriba y hacia abajo, todo ello mientras el niño estaba sentado en una silla». En otras ocasiones, relata la Fiscalía, «le chupaba el cuello, los pezones, el culo y otras zonas corporales, además de besarle en la boca. Otras veces le decía que iba a jugar a un juego llamado 'oler culos', de manera que el menor se bajaba el pantalón y el calzoncillo y el acusado olía el culo del niño, hecho éste último que se produjo también en el domicilio de otros familiares». Incluso en alguna ocasión, estando a solas con el menor en el domicilio familiar, el acusado «llegó a introducir su dedo en el ano del menor».
Finalizada la convivencia matrimonial, en marzo de 2011, el Juzgado número 4 dictó un auto que acordaba la prohibición de aproximación y comunicación del acusado con el menor. La medida se mantuvo en el auto de 19 de septiembre dictado por ese mismo Juzgado, que adoptaba medidas provisionales previas a la demanda de divorcio, estableciéndose que el régimen de visitas del acusado con su hijo debía desarrollarse en el Punto de Encuentro familiar. En el desarrollo de dichas visitas se produjeron diversos incidentes, indica la Fiscalía, como el ocurrido en octubre de 2012, cuando el acusado entró en el baño con su hijo, que no necesitaba ya ayuda para hacer sus necesidades. «y el menor decía cosas como '¿tienes granos?', '¿por qué te rascas?'». Asimismo. el 21 de diciembre de ese año técnicos del Punto de Encuentro Familiar de Segovia escucharon al menor decir «¿qué te pasa?, ¿por qué te tocas ahí?, tienes hongos?», por lo que se dictó una resolución judicial, en el marco del procedimiento de divorcio, que prohibía al acusado acompañar al menor al baño en el desarrollo de las visitas.
La Fiscalía pide para A. G. G. una pena de nueve años de prisión y privación de la patria potestad, además de la prohibición de aproximarse y comunicarse con su hijo por un tiempo de diez años, por un presunto delito continuado de abuso sexual, y doce meses de prisión por otro de exhibicionismo. Asimismo, se solicita el pago de una indemnización de 8.000 euros al menor.
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