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Javier López Escobar, Leticia Azcue, Francisco Vázquez y Santiago Martínez posan junto a la obra.
‘Hermanitos de leche’, de Aniceto Marinas, ya está en familia y a salvo de polución y vandalismo

‘Hermanitos de leche’, de Aniceto Marinas, ya está en familia y a salvo de polución y vandalismo

El Museo Nacional del Prado la cede a Segovia por un periodo de cinco años

el norte

Miércoles, 8 de marzo 2017, 14:40

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El Museo Nacional del Prado ha cedido al Museo de Segovia por un periodo de cinco años prorrogable la escultura Hermanitos de leche del artista segoviano Aniceto Marinas, que obtuvo la Medalla de Honor de la Exposición de Bellas Artes en 1926. La jefa del Área de Conservación de Escultura y Artes Decorativas del Museo del Prado, Leticia Azcue, explicó durante la presentación de la restauración de esta obra que el objetivo del Prado es «rendir homenaje a este gran escultor» restaurando una de sus obras «más importantes» y cediéndola al lugar donde más le aprecian, Segovia. La necesidad de restaurar la pieza, de más de 1.900 kilos y 152 centímetros de alto, se debe a que en los años 20 y 30 del pasado siglo estuvo en los jardines de la Biblioteca Nacional, por lo que sufrió la polución, los efectos de las condiciones meteorológicas adversas y el vandalismo, según indicó.

Hermanitos de leche es una escultura realizada en mármol en 1926 que representa con un «realismo naturalista» la figura desnuda de un hombre sujetando a una niña en su pierna y una cabra sobre un peñasco amamantando a la niña y a un cabritillo a la vez, informa Efe.

Esta escultura transmite, tal y como indicó Azcue, «la ausencia materna y la necesidad humana de calor y alimento, pero también transmite emociones, técnica y rasgos de la personalidad de Marinas como la humanidad, la tenacidad o su gusto por el trabajo».

El delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, destacó que el Museo de Segovia «es el lugar adecuado» para albergar esta pieza por la vinculación del escultor con su ciudad natal, en la que también se encuentran el monumento a Daoiz y Velarde, la Soledad al pie de la Cruz o el monumento a Juan Bravo.

Marinas (1866-1953) es uno de los escultores segovianos más reconocidos de principios del siglo XX, que deliberadamente se alejó de las vanguardias en busca de la belleza serena y el realismo, además, cuenta con más de una veintena de obras, fundamentalmente escultóricas aunque alguna pictórica, repartidas por distintas provincias españolas.

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