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José Bayón y Coro López-Izquierdo presentan la exposición en La Alhóndiga.
Coro López-Izquierdo muestra en La Alhóndiga su exposición de espacios urbanos en cambio

Coro López-Izquierdo muestra en La Alhóndiga su exposición de espacios urbanos en cambio

Presenta en su cuarta individual en Segovia una treintena de óleos con el título de 'La ciudad transgredida'

Miguel Ángel López

Sábado, 4 de marzo 2017, 20:53

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La artista madrileña Coro López-Izquierdo presenta hasta el 26 de marzo en las salas de La Alhóndiga la exposición La ciudad transgredida. Es su cuarta exposición en la ciudad: ya estuvo en el Torreón de Lozoya en 1996, 2004 y 2008. Pero entonces fueron propuestas conjuntas con su esposo, Mariano Vilallonga. Ahora es en solitario, y Coro presenta a en La Alhóndiga una cuidada selección de obras de gran formato (de casi cuatro metros cuadrados), óleos realizados en los últimos años (salvo uno que presentó también en 1996 en el Torreón y que conserva en su casa) muy acuarelados, de técnica fina con el pincel y la espátula, a los que a veces añade collage y en los que ha empezado a incluir fotografías. Cuadros minuciosos, ensoñadores y a la vez fruto de su reflexión sobre el espacio urbano siempre cambiante, en constante transformación y que ella transforma al recrearlo.

Estudiar arquitectura, tener la carrera como tradición familiar (su bisabuelo, su abuelo y su padre, su esposo, sus hijos lo son) y ser profesora de dibujo ha marcado la pintura de López-Izquierdo. La artista, con vínculos en Segovia desde hace treinta y tres años (tiene casa en La Granja y, además, en 1998 obtuvo el III Premio Nacional de pintura Ciudad de Segovia), vuelve a exponer en la ciudad sus cuadros naturalistas.

Una característica de esta exposición es el marco cuadrado que arropa a las obras más verticales para dar homogeneidad a lo que muestra la sala principal de La Alhóndiga. Son cuadros para, explica la pintora, «presentar que la ciudad está en un continuo cambio y nunca la fachada está como la ha diseñado el arquitecto, porque sufre una serie de obras y cambios, hay vallas que tapan el interior y hay elementos de construcción, sacos o cajas, que tienen su propio nivel protagonista».

Expone López-Izquierdo edificios de Madrid, del barrio de Malasaña que recorre a menudo, de Berlín, Catania, La Habana e incluso de Segovia, y de la ciudad ha recogido el antiguo Regimiento, un espacio urbano degradado y lleno de graffitis, y también dos cuadros con sacos arrugados de cemento como motivo central, sugerentes, plenos de luces y sombras, imágenes en las que propone al espectador que «reflexione». Advierte la pintora de que «si vuelves a pasear por las mismas ciudades verás cómo ha cambiado todo». Lo revela en dos de sus cuadros de esta exposición, Madrid Centro I y II, basados en la Corredera Alta de San Pablo: «Ahora mismo no hay ni rastro de lo que yo he pintado hace unos cinco años».

Lo mismo ocurre con el titulado Homenaje a George Perec, en la plaza del Ángel, donde no está el mismo edificio, o en otras zonas de Madrid que cambian por horas, según estén levantados o abajo los cierres de los establecimientos, pintados de graffitis. A Coro López-Izquierdo le gustan estos cambios y las propuestas como a la que ha sido invitada en abril Pinta Malasaña, donde unos pintores y grafiteros pintarán unos encima de otros.

Es arte efímero. El suyo no, porque queda en los lienzos. «Recojo el testimonio de cómo es una ciudad en un momento», declara. El momento queda, la ciudad se transforma con muchas y variadas transgresiones. Coro López-Izquierdo ha regresado para mostrarlo, para enseñar La ciudad transgredida.

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