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Temperatura que marcaba el termómetro de la farmacia de la calle Cervantes, a escasos metros del Acueducto, a las nueve y media de la mañana de ayer.
El Ayuntamiento ofrece a los indigentes pasar estas noches tan frías en una pensión

El Ayuntamiento ofrece a los indigentes pasar estas noches tan frías en una pensión

Las temperaturas se han desplomado en la capital hasta los -8,5 grados

carlos álvaro

Jueves, 19 de enero 2017, 06:16

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Los segovianos están sufriendo como los que más los rigores de este invierno que, si bien ha tardado en entrar, estos días se encuentra en su punto álgido. Ayer, primer día de la ola de frío que azota toda la península, la provincia de Segovia vivió la jornada más fría de los últimos años, con mínimas que alcanzaron los 13,5 grados bajo cero en la estación de esquí de La Pinilla y los 8,5 grados bajo cero junto al Acueducto, temperatura que marcaba la termómetro digital de la farmacia de la calle Cervantes a primeras horas de la mañana. En el alto de Navacerrada, entre Segovia y Madrid, el mercurio se detuvo a esa hora en los 13,8 grados, aunque la sensación términa, alentada por el fuerte viento, era de 23 grados. Cuéllar tampoco anduvo muy lejos de esos números, pues llegó a registrar en sus termómetros 12,6 grados, y en La Granja de San Ildefonso se alcanzaron los 10. Frío siberiano en toda regla.

Así las cosas, los segovianos de la sierra y el llano tuvieron que abrigarse bien para combatir la intensa y punzante sensación de frío. Gorros, bufandas y ropa de abrigo con varias capas formaron parte del paisaje humano en todas las localidades, aunque los termómetros fueron sumando grados a medida que avanzaba el día. Al amanecer, el humo procedente de las chimeneas se fundía con las brumas de la mañana. El sol lució durante toda la jornada, pues el cielo, como se preveía, estuvo despejado.

Placas

Según los expertos, los efectos de la ola de frío, que se prolongarán hasta el martes, se deben al reforzamiento de las altas presiones sobre el interior de Europa y a la existencia de bajas presiones en el Mediterráneo, coincidencia causante de la entrada de una masa de aire, de origen continental, más seca y fría. La consecuencia son las heladas generalizadas, con efectos notables en todos los rincones del territorio segoviano. El embalse del Pontón Alto, por ejemplo, amaneció cubierto por una capa de hielo, con más grosor en unas zonas que en otras, igual que las fuentes urbanas. También muchas carreteras de la red provincial presentaban peligrosas placas, especialmente en los tramos de umbría, lo que obligó a los conductores a circular con precaución. A las ocho de la tarde, ya de noche, la carretera que peor estado presentaba era la que comunica Riofrío de Riaza con el límite de la provincia de Guadalajara, debido a la presencia de grandes cantidades de nieve helada. En uno de sus tramos incluso eran necesarias las cadenas para poder circular.

Las temperaturas irán recuperando grados, pero muy lentamente, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantiene las previsiones para los próximos días. La provincia de Segovia seguirá en alerta naranja por frío y viento en la meseta y en las zonas de montaña, con temperaturas mínimas de hasta 12 grados y heladas generalizadas, aunque con poca probabilidad de precipitaciones (quizá mañana viernes haya más riesgo de nevadas, incluso en la ciudad). En la capital, la mínima prevista para hoy es de 7 grados.

Con estas temperaturas, las personas que pasan la noche al raso corren un grave riesgo. El Ayuntamiento de Segovia, a través de su concejal de Servicios Sociales, Andrés Torquemada, recordó ayer que pone a disposición de estas personas una pensión donde poder pasar la noche. Y así se lo recomienda la propia Policía Local.

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