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Cuéllar colabora con El Espinar en la campaña a favor de Benín

Cuéllar colabora con El Espinar en la campaña a favor de Benín

La recogida tendrá lugar desde mañana hasta el viernes

Mónica rico

Lunes, 12 de diciembre 2016, 12:32

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Un año más, la Unidad Pastoral de Cuéllar colabora con el sacerdote espinariego Valentín Bravo en la recogida de alimentos no perecederos (pasta, arroz, aceite, conservas de pescado y verduras, colacao, tomate, etcétera), artículos de aseo e higiene personal y material escolar para la república africana de Benín. La recogida tendrá lugar desde mañana hasta el viernes, día 16, en los lugares habituales, como son las cocheras de Juanjo Pilar, en la calle Baños; la cochera de Andrés Blanco, en la calle Santa Marina; y el local de Manola de Ferreira, en el barrio de Santa Clara. También se recogerán en el resto de municipios de la Unidad Pastoral el domingo 18 de diciembre en las sacristías.

Además, los productos se pueden llevar el lunes 26 de diciembre al festival solidario Tempus Natalis, que se celebrará en la iglesia de San Miguel de Cuéllar a partir de las 20 horas y que contará con las actuaciones de la Coral Cuellarana y del grupo Segospel.

La idea de Bravo es preparar un nuevo contenedor, de 23 toneladas, que será el número 12 desde 2006, para enviarlo a finales de febrero. El sacerdote puso en marcha este programa de ayuda a Benín, que también incluye la realización de pozos de agua potable y el envío de material médico (como monitores fetales), en 2005, tras contactar con la ONG Mensajeros de la Paz, que se instaló allí en 2003. Las relaciones de esta organización con el gobierno local son fluidas, y la ayuda humanitaria llega sin problemas.

El trabajo solidario del párroco de San Eutropio comenzó hace más de veinte años, en la década de 1990. En esa época la ayuda consistía en lo que sacaban los voluntarios del municipio de las ventas de una tienda de artesanía y fue para Cuba, Mozambique y Perú. En 1998 entraron en contacto con Bielorrusia para traer niños del país báltico en verano y que pasaran las vacaciones con familias segovianas, y aquella iniciativa se extendió con ayudas alimentarias a los orfanatos y duró diez años, hasta que el gobierno bielorruso comenzó a poner pegas.

La tarea continúa en Benín. El sacerdote garantiza que la ayuda se reparte en el destino. Mensajeros de la paz se encarga de hacerlo en casas de acogida de niños, a familias numerosas, hospitales y otros lugares donde se necesita.

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