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Un alfafero realiza una pieza ante la mirada de algunos participantes en la Feria de los Fueros de Sepúlveda.
La artesanía reivindica su fuero

La artesanía reivindica su fuero

La tradicional fiesta de los Fueros de Sepúlveda y su mercado ornamentan la villa con estandartes y emblemas que ayudan a recrear la vida cotidiana junto a los vecinos vestidos de época

César Blanco Elipe

Sábado, 16 de julio 2016, 23:14

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Quien mejor que un maestro artesano para oficiar el pregón de la Fiesta de los Fueros, que además del componente histórico, abandera la ya tradicional cita con la Feria de Artesanía y el mercado medieval. Las palabras de Jesús de la Cruz, máximo responsable del gremio artesanal en Segovia, resonaron en la Plaza de España de la Sepúlveda para honrar el trabajo hecho a mano, cuidadoso, mimado y profesional. Sobre todo, profesional.

Y es que «la artesanía atraviesa momentos difíciles», lamentó el pregonero. La culpa es de una producción «invasiva de dudosa o de escasa calidad» con la que la auténtica tarea manufacturera no puede competir en igualdad de condiciones. Porque si algo caracteriza al artesano de verdad es que no hay dos piezas iguales; y esa exclusividad solo se logra con muchas horas en el taller, con toneladas de mimo y un exquisito cuidado de los detalles.

Jesús de la Cruz asumió que el reto de los profesionales está ahí, en afrontar esas dificultades mediante «la aportación de solvencia y oficio» para decantar la balanza en favor de «las obras hechas con nobleza de las piezas fraudulentas».

A buen seguro que la reivindicación fue bien acogida y saludada por los cerca de cincuenta artesanos de los más variados sectores que este fin de semana instalan sus puestos en el centro de Sepúlveda con motivo de la Fiesta de los Fueros.

Cortejo inaugural

Treinta y tres ediciones cumple la Feria de Artesanía que hunde sus raíces en la conmemoración de un hito que llegó a articular un modelo jurídico propio, como el que representan en la historia los conocidos como Fueros de Sepúlveda. El toque de la zángana convocó el desfile. Como manda la tradición, el séquito partió de la puerta del Azogue. La Asociación Juvenil Alcazara y los alegres intérpretes de los Ministriles de Cuéllar pusieron la nota musical y de animación.

Al frente del séquito, los juegos de malabarismos abrían el paso por la angostura de las callejas hasta llegar a la puerta de la fortaleza de Fernán González. Allí, el alcalde, Ramón López, en representación de la corporación municipal y el concejo de Sepúlveda, antes de dar rienda suelta a los fastos, pidió a la alborotada concurrencia un minuto de silencio en memoria del torero Víctor Barrio, fallecido el sábado pasado día 9. Los asistentes secundaron con respeto y contenida emoción el tributo que la fiesta hizo a uno de sus convecinos.

Tras el pregón y el homenaje al diestro, el alcalde mayor dio por inaugurada la Fiesta de los Fueros con un baile medieval interpretado por un grupo de niños ataviados de caballeros ellos y de damiselas ellas. Los vecinos han vuelto a implicarse en las celebraciones, ataviados de época y con el adorno de los balcones de la villa con estandartes, banderolas y emblemas.

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