La Diputación disuelve La Faisanera para asumir el Palacio de Congresos

El pleno de la Diputación Provincial acordó ayer, con el voto en contra del PSOE y la abstención de Ciudadanos y UPyD, proceder a la disolución de la sociedad mercantil La Faisanera SL, propiedad de la institución, para poder asumir la gestión del futuro Palacio de Congresos, actualmente en construcción. Para ello, previamente tuvo que aprobar la adquisición de las 56.008 participaciones que la Cámara de Comercio e Industria de Segovia mantenía en la sociedad, por un precio global de 50.541 euros, según el valor que han fijado los auditores. La decisión suscitó el principal debate en el pleno, pues los socialistas volvieron a echar en cara al Partido Popular la mala gestión del complejo Segovia 21.

Según explicó el portavoz del grupo popular, José Luis Sanz Merino, el pleno autorizó dos operaciones: adquirir la parte de las acciones de La Faisanera SL que la Cámara de Comercio tenía en su poder y, ya como propietarios del cien por cien, iniciar el proceso de disolución de la sociedad «para poder hacer frente a la gestión del Palacio de Congreso que más nos interese en el futuro, con independencia de que esta gestión pueda hacerse a través de un concesionario interpuesto». Se trata, pues, de recuperar la propiedad del edificio que la Diputación está construyendo en los terrenos de Quitapesares, con la inestimable ayuda de la Junta de Castilla y León, para instalar en él el Palacio de Congresos. «Es un proyecto muy importante que parte del mandato anterior y que constituye uno de los puntales de la política provincial, desde el punto de vista turístico y como motor que puede tirar de la zona y beneficiar al conjunto de los segovianos», añadió Sanz Merino.

El PSOE se opuso rotundamente. Sí admitió el portavoz socialista, Jesús Yubero, que la presencia de la Cámara de Comercio en el accionariado de la sociedad carecía de sentido, porque la organización cameral «jamás ha puesto un duro en el proyecto», pero señaló que lo más lógico hubiera sido una venta simbólica, por un euro por ejemplo, sin coste alguno para las arcas provinciales. Yubero también se pronunció en contra de la disolución por desconocer «el impacto real que la absorción de ese patrimonio tendrá en el presupuesto provincial».

El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, entró en el debate para poner en evidencia las zozobras que le está ocasionando la envenenada herencia de Segovia 21. «Mire, yo estoy tratando de resolver problemas que otros me han dejado, también desde su grupo político, que en su día apoyó la constitución de esa sociedad», señaló Vázquez en clara referencia a David Rubio, portavoz socialista en la Diputación durante el mandato de Atilano Soto en que se constituyó La Faisanera. Yubero no dudó en responder: «Pero usted era ya entonces presidente del PP y sabría lo que pasaba en su casa», le dijo, a lo que Vázquez replicó: «En mi casa sí, pero en Segovia 21 no. Y su portavoz, que era secretario provincial del PSOE formaba parte del consejo de administración de Segovia 21. El PP no».

El presidente de la Diputación defendió las operaciones y negó la posibilidad de que la Cámara cediera sus acciones gratuitamente: «La Cámara no puede regalar su patrimonio. Se ha pedido una valoración de mercado y así se ha hecho», señaló Vázquez.