«Salgo de las listas pero sigo en la ejecutiva porque este es mi proyecto y este es mi partido»

Se declara facilitadora de encuentros y acuerdos y en la entrevista repite «diálogo y consenso». Como secretaria de Empleo de la Ejecutiva Federal del PSOE, María Luz Rodríguez (Valladolid, 1964) defiende un nuevo modelo económico que, desde la innovación y la investigación, propicie puestos de trabajo de calidad. Ayer estuvo en Segovia con empresarios y sindicatos y encontró «un clima favorable». Quienes la ven enfrentada con la dirección del PSOE tras su renuncia a ir en las listas del 26-J no encontrarán en ella críticas a Pedro Sánchez, y tampoco un adiós porque lleva «la política en la sangre». Trabaja desde la universidad y en la ejecutiva del partido «para cambiar la realidad» y anunció que si el PSOE gobierna planteará un plan de choque para el empleo y la inserción laboral de los parados de larga duración con 3.300 millones de euros.

Ha venido a Segovia a hablar de la reforma laboral, ¿cómo califica sus consecuencias?

He venido a hacer algo habitual para mí, que es hablar directamente con trabajadores y empresarios, y me he encontrado a lo mejor Segovia es un pequeño oasis un clima muy favorable, en una mesa donde cada uno hablaba, con su posición, de propuestas y proyectos en común. Ese es el clima que queremos, el que ha roto el PP con su reforma, que ha establecido un modelo de relaciones laborales con más imposiciones que acuerdos y ha roto el clima de diálogo en las empresas, que es fundamental para que haya productividad y mejor empleo. La encuesta de condiciones de vida en España dice que el 15% de los trabajadores son pobres; es decir, que trabajar no significa ganar suficiente para traspasar el umbral de la pobreza, y hay casi tres millones de niños pobres, porque lo son sus padres al no tener empleo o protección por desempleo. El PP pretendía que el país fuera competitivo con base en trabajos precarios de poca cualificación y salarios bajos, y no queremos este modelo para nuestros hijos, los socialistas queremos ser competitivos, crear riqueza, pero con un empleo con derechos y un modelo de relaciones laborales con diálogo.

¿Qué se lleva de esta reunión?

La representación empresarial y las organizaciones sindicales han hablado de diálogo social. Contaban que uno de los fundamentales activos de Segovia es que cuando una empresa quiere invertir aquí y pregunta por el clima laboral ellos contestan que hay un buen clima social, hay consensos y hay acuerdos. Y eso es lo que necesitamos para el país porque las inversiones buscan un buen clima y donde no lo hay, no llegan. Hemos hablado de crear una nueva economía en Segovia, que necesita movilización, más industria, que los actores sociales y políticos se sienten para diseñar qué quieren que sea Segovia. El turismo está muy bien, pero se necesita un plan específico de industrialización; hemos hablado de innovación, de digitalización, del presente y el futuro, y hemos encontrado sintonía.

¿Influye que la tasa de paro sea de las más bajas de España?

La tasa de paro de Segovia es baja pero la de despoblación es alta; a veces uno no sabe si no tiene parados porque no ha habido extinciones de contratos de trabajo o porque la gente se marcha; también es verdad que Segovia tiene un problema importante de despoblación. Lo que veo cuando vengo a Castilla y León es que hay un pulso económico débil, que la Junta no tiene un proyecto con tensión y se está perdiendo población activa, y las sociedades que no tienen tensión ni proyectos terminan envejeciendo o despobladas, y esa es una causa de pérdida de paro. A nivel estatal pasa lo mismo, en estos cuatro años el paro ha bajado en 400.000 personas y la población activa en más de 600.000; toda la rebaja del paro no se debe solo a la creación de empleo, también al desánimo de quienes dejan de buscarlo.

¿Es necesario derogar la reforma cuando la UE pide más?

Tenemos que cambiar el paradigma del modelo de relaciones laborales porque tenemos una gran desigualdad, una fuerte devaluación salarial y pobreza laboral. Y eso se debe al modelo del PP, que apostó por devaluar la negociación colectiva e interesadamente a las organizaciones empresariales y sindicales, y porque cayeran los salarios. Y la pobreza de hoy es la pobreza de mañana, en las pensiones del futuro. Hay que ir a un modelo de equilibrio en las relaciones de trabajo, de empleo con más derechos, más estable y de mejores salarios, porque eso beneficia a los trabajadores y a los empresarios. Si en una familia no hay renta suficiente para comprar un par de zapatillas se dejarán de fabricar y se perderán empleos. Más allá de modificar o derogar hay que alterar de raíz el modelo de relaciones laborales del PP.

¿Qué debe cambiar para que en España se cree empleo de calidad?

Es fundamental un nuevo modelo de crecimiento. Estamos saliendo de la crisis por el mismo sitio que entramos, y no hemos puesto las piezas para cambiar el modelo. Es necesario apostar por alternativas; somos un país sin inversiones en innovación, invertimos el 1,3% del PIB y en Europa la media es del 3%, no invertimos en ciencia ni en el efecto de la digitalización, cuando todos los países europeos están en la avanzadilla y Alemania ya tiene una agenda de digitalización de la economía. Hace falta crecer, pero con una estrategia de país, y lo que está en juego en estas elecciones es el modelo de país que queremos ser, de trabajo precario y baja cualificación o que cree científicos y oportunidades para los jóvenes y para los que no lo son tanto.

El partido y las elecciones

Defendió a Pedro Sánchez cuando se empezó a cuestionar su liderazgo; después le desplazaron de la lista por Madrid para hacer hueco a Irene Lozano y fue número 1 por Guadalajara y dice que deja ahora las listas electorales por motivos profesionales. ¿Hay un alejamiento de la dirección socialista?

Me siento cada día más ilusionada con mi partido, que conozco muy bien y es un partido grande, con un gran proyecto, y en este momento tiene un gran liderazgo para abordarlo. Dejo las listas, y no el proyecto, porque siempre he sido universitaria y si no vuelvo ahora a mi carrera después será más difícil. Creo que es bueno trabajar y hacer política, y he decidido trabajar en la universidad para hacer política desde la reflexión serena sobre el cambio de las relaciones laborales, y eso me permite una doble visión para ver la realidad. No vivo de la política, pero me gusta y vivo para la política. Y no he dejado el proyecto socialista, que creo que es clave para la historia de este país porque cada vez que España necesita un partido que este al frente de un cambio ese partido, siempre, ha sido el Partido Socialista. Voy a seguir en la ejecutiva porque este es mi proyecto y porque este es mi partido, en el que me siento muy cómoda.

¿Quedar como cuarta fuerza política, por detrás de la confluencia IU-Podemos, como apuntan algunas encuestas, sería el mayor desastre de la historia del PSOE? ¿Qué pactos se plantean?

Eso no es posible. El PSOE sale a ganar las elecciones, a ser el número uno, y tendremos un buen resultado, no doy credibilidad a las encuestas. No salimos a pactar sino a movilizar a la ciudadanía, a decir que estamos aquí, convencidos de que el Partido Socialista tiene el proyecto de cambio que España necesita. Lo que pase después del 26 de junio estará marcado por los resultados, pero es obvio que este país necesita consensos si queremos cambiar el marco de relaciones laborales o el sistema educativo, para eso necesitaremos acuerdos y grandes consensos transversales, no hay duda, y no hay que descartar ningún escenario.