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Laura Herráez, que acaba de ganar el campeonato regional de sumilleres, ayer, en la escuela de Palencia, donde estudia Enología.
«Me encanta poder sorprender al cliente con vinos diferentes a los que suele probar»

«Me encanta poder sorprender al cliente con vinos diferentes a los que suele probar»

Laura Herráez Suárez, nombrada mejor sumiller de Castilla y León, afirma que en Segovia hay verdaderos maestros»

Carlos Álvaro

Jueves, 10 de marzo 2016, 16:57

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Asegura que todavía está «rilando» y que no se lo acaba de creer. El pasado martes, esta segoviana de 33 años se convertía en la mejor sumiller de Castilla y León al ganar el campeonato regional, lo que le garantiza un puesto destacado en el campeonato nacional que se celebrará del 4 al 7 de abril en el marco del Salón de Gourmets de Madrid. Laura Herráez Suárez sigue la exitosa estela de otros sumilleres segovianos.

¿Contenta?

¡Uff! Mucho. Todavía estoy rilando. No me lo creía. Es muy importante para mí.

No debe ser fácil ganar un campeonato así.

Cada campeonato es un mundo y cuando participas te das cuenta de lo que aún te queda por aprender. ¿Difícil? Bueno, poco a poco te vas preparando, buscas información, estudias. Hay que saber de vinos, por supuesto, pero también de aceites, de quesos, de chocolates, de cafés... Es un mundo amplio y complejo que abarca más que el vino, aunque el vino sea lo más importante, claro.

¿Exige mucha concentración?

Sí, pero la mayor dificultad, el mayor obstáculo, es la falta de tiempo para preparar el concurso. Ahora mismo compagino estas cosas con los estudios y no es fácil, aunque he de reconocer que los estudios me vienen bien, me ayudan.

Es un logro que le permite aspirar a un título nacional.

Sí, porque participaré en el campeonato nacional del que saldrá el mejor sumiller de España.

¿Y cómo lo afronta?

Con mucha ilusión y muchas ganas, aunque opino lo mismo: queda muy poco tiempo, apenas un mes.

Si lo gana, no será la primera segoviana que lo hace.

Lo ganó Henar Puente hace unos años.

Buenos maestros sumilleres tiene usted en Segovia, ¿no cree?

Henar Puente, Pablo Martín, Mazaca, Paco Plaza... Es gente de la que aprendes mucho. Basta con ir a sus catas. Ellos son verdaderos maestros.

Hábleme de usted. Es licenciada en Biología.

Me licencié en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid. En la hostelería llevo trabajando años, siempre compaginándolo con los estudios.

¿Y cuándo arranca su afición por la enología?

Del final de la carrera. Por esa época empezó a llamarme la atención el mundo del vino y decidí hacer el proyecto de fin de carrera sobre ello. A partir de ahí entré de lleno en la enología. Realicé el Curso Superior de Sumilleres de la Cámara de Comercio de Madrid y ahora estoy cursado el Grado en Enología en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia. Realmente, empecé a aficionarme a través de una amiga que me invitó a varias catas organizadas por la Asociación de Sumilleres de Segovia. Me enganché totalmente. De esos maestros que antes he citado he aprendido buena parte de lo que sé.

¿Y qué tiene ese mundo para enganchar tanto?

Al principio lo ves simple: el vino es blanco o es tinto; pero luego vas descubriendo que hay muchos tipos de vino: espumosos, cavas, los vinos de Jerez, que son impresionantes... Hay muchos tipos de vino y vinos de muy diversa procedencia, de muy diversas partes del mundo, elaborados de maneras muy diferentes... Todo esto te permite conocer muchas cosas.

¿Qué tiene que tener un buen sumiller?

Sobre todo ganas de aprender, precisamente porque es un mundo muy amplio y muy rico. También depende de la curiosidad de cada persona: la curiosidad de poder saber las cosas y poder explicárselas después a los propios clientes, gracias al trabajo en el restaurante.

Claro, el sumiller, como el jefe de sala, tiene que saber dar respuesta a cada duda, a cada cuestión.

Exacto, y al cliente le gusta saber cada vez más. A mí me encanta tener la posibilidad de sorprender al cliente ofreciéndole productos diferentes a los que está acostumbrado a probar. Te piden un Ribera o un Rioja y tú ofreces probar, por ejemplo, un Jumilla.

Usted trabaja en La Concepción.

Los fines de semana y los veranos.

¿Qué proyectos tiene para el futuro?

Me queda muy poco para terminar el grado y me gustaría trabajar en alguna bodega. También me encantaría disponer de una temporada para viajar y conocer cómo se elabora el vino en otros lugares, cómo se hacen las cosas.

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