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Acceso a la ciudad por la carretera de La Granja, CL-601, uno de los puntos donde se detecta exceso de velocidad.
Los accesos a Segovia tendrán este año semáforos con cámaras para multar

Los accesos a Segovia tendrán este año semáforos con cámaras para multar

La Policía Local pondrá de nuevo en funcionamiento el radar móvil en los próximos días

Miguel Ángel López

Viernes, 5 de febrero 2016, 06:36

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Los excesos de velocidad en las vías urbanas de Segovia tendrán castigo. No todos, claro, solo los que detecte la Policía Local. Pero el cuerpo municipal encargado de la vigilancia del tráfico tendrá este año a su disposición más y mejores medios. El radar móvil que ha estado un tiempo sin actuar y que en una etapa anterior registró numerosas infracciones (sobre todo en la carretera de La Granja y el final de la avenida Juan de Borbón) estará operativo en unos días: después de que se averiase, la DGT acaba de enviarlo reparado al Ayuntamiento; llegó el pasado viernes y, según comenta el concejal de Tráfico y Movilidad, Ramón Muñoz-Torrero, volverá a ser utilizado de inmediato. Un elemento más serán las cámaras de punto rojo (conocidas también como foto-rojo) que el equipo de gobierno ha decidido instalar en varias zonas. La alcaldesa, Clara Luquero, está convencida de que es necesario emplearlas para modificar un comportamiento que no acaban de corregir los conductores: circular con una velocidad superior a la máxima establecida.

La experiencia de 2012: más de 30 infracciones al día

  • El primer semáforo de punto rojo con que ha contado Segovia estuvo instalado a modo de experiencia piloto en el paseo de Ezequiel González, en el cruce con la calle del Roble. El periodo de pruebas de la cámara instalada sobre el semáforo, en los primeros meses de 2012, no tenía tanto el objetivo de controlar la velocidad como el respeto de la señalización luminosa, ver cuántos conductores se saltaban el semáforo en rojo. Tuvo un resultado que el concejal de Tráfico entonces, Alfonso Reguera, consideró alarmante porque duplicaba la proporción de infracciones respecto a experiencias de otras ciudades similares a Segovia.

  • Instalado por la empresa Unitronic, el semáforo de punto rojo detectó en este periodo de pruebas una media de más de 30 infracciones diarias que no fueron sancionadas porque se colocó con carácter informativo, para ver los comportamientos. Bien es verdad que cuando estas cámaras se instalan con carácter definitivo y capacidad sancionadora las infracciones descienden a la mitad porque sirven como modo de intimidación a los conductores, que al conocer su existencia no se las saltan.

El fin no es recaudatorio ni sancionador. El objetivo es reducir la velocidad en determinadas zonas de la ciudad, como en los principales accesos, donde es frecuente que los conductores sobrepasen los límites y les cueste pasar de la velocidad de carretera a la limitada en las vías urbanas. Son motivos de seguridad vial, para minimizar los riesgos. Los radares y las cámaras de punto rojo serán dos de las medidas disuasorias.

El concejal del área, Ramón Muñoz-Torrero, señala que la unidad de la Policía Local equipada con el radar móvil comenzará a trabajar en breve, y aunque no tiene una fecha para la instalación de las cámaras punto rojo señala que probablemente será a lo largo de este año. La decisión de la alcaldesa es firme para hacerlo «cuanto antes», para controlar la velocidad sobre todo en las principales vías de acceso a la ciudad, y el concejal admite que «estamos trabajando en ello» pero advierte de que «es complejo» porque depende de la aplicación presupuestaria «y la instalación es cara», hay que elegir el modelo concreto «y localizar los puntos donde serán colocadas las cámaras».

Puntos complicados

Asegura Muñoz-Torrero que «en algunas zonas la velocidad máxima se sobrepasa en bastantes kilómetros por hora», de acuerdo con los estudios previos realizados por la Policía Local. La entrada de las carreteras de La Granja y de San Rafael y Vía Roma son las más evidentes. «Son puntos complicados, accesos a la ciudad donde el conductor circula con la mentalidad de carretera y le cuesta asimilar el cambio de reducir la velocidad a las condiciones urbanas».

Ocurre incluso en los tramos mejor señalizados, como la carretera de La Granja, donde «no se cumple la norma y se sobrepasan los 50 kilómetros por hora en muchas ocasiones», apunta. En los estudios previos también se contempla la posibilidad de instalar alguna cámara de punto rojo en zonas próximas a colegios (en el semáforo situado junto al colegio Cooperativa Alcázar y en Padre Claret, en el semáforo junto al centro de enseñanza), pues como recalcan la alcaldesa y el concejal, el motivo principal es reforzar la seguridad vial y corregir la tendencia a circular con una velocidad elevada.

Falta pues concretar el presupuesto, si bien en las cuentas del Ayuntamiento para este año hay una partida prevista dentro de las específicas destinadas a Policía Local y Tráfico y estacionamiento. Hace dos años estuvieron a punto de ser instalados y el Ayuntamiento dedicó un presupuesto de 90.000 euros (que incluía la adquisición de dos radares móviles), pero la idea se pospuso y el dinero se destinó a «otras prioridades».

Modelos

La disponibilidad presupuestaria y la elección del modelo y su contratación determinarán el tiempo para instalar estas cámaras de punto rojo. Modelos hay varios en el mercado, aunque el Ayuntamiento parece haber descartado los que ofrecen empresas que alguilan los aparatos con una compensación en proporción al número de sanciones impuestas; la opción con más posibilidades es la compra de los equipos (con un coste de alrededor de 20.000 euros según los modelos), que varían por el sistema de recogida de datos pero que funcionan de una manera parecida, la toma de varias fotografías con un sistema de detección de vehículos mediante haces de luz láser.

Mientras llegan, los excesos los controlará el radar móvil.

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